Friday, April 11, 2008


FOGWILL

La literatura argentina produce tantos escritores excéntricos que esa excentricidad se ha convertido en una parte central del corpus literario. Si algunos piensan en César Aira como el eje articulador de un tipo de escritura “rara”, otros pensamos, mejor, en Rodolfo Enrique Fogwill, conocido como Fogwill a secas (“Yo quería ocupar un lugar tipo Sócrates o Hegel. ¿Quién dice Guillermo Federico Hegel?”).

Fogwill ha escrito: “El arte de la novela, que parece, complejo, resulta, si se lo observa desde lejos, una sencilla combinatoria. Está la historia, están la silla y la mesita de novelar, y sobreviene la intención de combinar algunas citas bajo palabreriles velos”. Todo, así, se presenta fácil. Y sin embargo, en Fogwill, lo que muchas veces hacen las palabras es ocultar “lo que ha debido suceder detrás”. Uno debe trabajar por indirección, leer a contrapelo, descubrir qué es lo que no se dice detrás de lo que se dice. Por ejemplo, en esa historia de viajes para visitar a una madre que es Sobre el arte de la novela, el narrador termina así: “…yo había salido sin documentos y no quería estar en la vereda ni a bordo del Peugeot, porque aquí sigue siendo peligroso andar por la calle sin documentos de identidad”. Este texto, escrito a principios de los 80, remite al período de la dictadura argentina. Esa dictadura es, aquí, aquello que no se narra pero que, a la vez, gracias al “arte de la novela”, se halla muy presente.

Fogwill ha escrito la gran novela sobre la guerra de las Malvinas (Los pichiciegos), y ha narrado mejor que nadie los desajustes de la Argentina neoliberal (La experiencia sensible). También ha sido uno de los escritores que ha podido enfrentarse a Borges y salir indemne, en Help a él, una novela corta que reimagina a la Beatriz Viterbo de “El Aleph”, pero en clave sexualizada y de alucinación por las drogas. Si en Borges no aparecen esos elementos de la “experiencia sensible” –el sexo, las drogas— Fogwill se atreve a ayudarlo a llenar los huecos (Help a él puede leerse como Help a Borges). De hecho, toda la obra de Fogwill puede entenderse como un intento de llenar los huecos: Fogwill ha sugerido que el uso corriente del lenguaje produce “artificios prefabricados”, lugares comunes que son “vacíos”; el escritor debería ir contra el artificio, contra el lugar común, y llenar ese vacío. 

1 Comments:

At 7:18 AM , Blogger J. M. said...

pareciome muy interesante su reseña de Fogwill

 

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home