DE BLOGS Y LITERATURA
La aparición de un medio produce siempre sacudidas apocalípticas en el mundillo literario. Hace más de cien años, la llegada del cine a América Latina fue recibida por los escritores modernistas con una mezcla de entusiasmo y ansiedad. Entre los que pensaban que se avizoraba el fin de una época se encontraba el mexicano Amado Nervo, quien en una crónica de 1898 escribió que las nuevas tecnologías de la época producirían un resultado contundente: “no más libros; el fonógrafo guardará en su urna oscura las viejas voces extinguidas; el cinematógrafo reproducirá las vidas prestigiosas…”
Un nuevo medio, una nueva tecnología, no significan necesariamente la desaparición de otros medios y otras tecnologías. Lo que producen es una reconfiguración de la ecología mediática y del paisaje tecnológico que nos rodea: no es que, como en la canción de Los Bugles, el video asesine a la estrella de la radio, pero sí la puede marginar (la estrella se torna irrelevante si no se adapta a las nuevas reglas de juego y se “mediatiza”). También se produce un diálogo tenso pero estimulante entre los medios: escritores como Faulkner y Joyce –dueño del primer cine en Dublin-- incorporan a su escritura procedimientos narrativos derivados del cine, poetas como Apollinaire y Octavio Paz experimentan con la tipografía de las máquinas de escribir (a la inversa, el cine también aprende de la literatura: la concisión del diálogo de las películas noir la descubrieron los guionistas en los cuentos de Hemingway).
La aparición del internet ha hecho que se reinvente nuestra ecología mediática. Los niños hoy prefieren el internet a la televisión. Pese a lo que decían las voces agoreras de la cultura, el libro electrónico no se ha consolidado: su venta ha fracasado incluso con autores comerciales como Stephen King. De hecho, el soporte tradicional del libro está más vigente que nunca. Se lee en promedio menos que antes, pero, gracias al e-mail, al chat y a los blogs, se escribe mucho más que antes. La cultura literaria, poco a poco, va encontrando su espacio en la red. Por un lado, está lo más clásico: los sitios de escritores en los que se escuentra disponible un archivo de textos ocasionales, fotos, críticas y algunas rarezas (en clubcultura.com se encuentran reunidos más de veinte sitios de escritores, entre ellos Julio Cortázar y Juan Rulfo). También hay sitios donde se pueden bajar novelas y cuentos, sobre todo los clásicos: una noche antes de una clase de literatura latinoamericana del siglo XIX, descubrí que había dejado en la oficina el libro donde se encontraba “El matadero”, de Esteban Echevarría. Una búsqueda en internet me permitió solucionar el problema con rapidez, y descubrir, de paso, elaleph.com, “donde los libros son gratis”, que se jacta de tener casi tres mil títulos para descargar en castellano.
Por otro lado, el internet ya ha influido en la creación de ciertos textos literarios. En el mundo anglosajón han sido publicadas varias novelas en formato de e-mail y chat; en español, en este momento sólo se me ocurre una, “La ansiedad” del argentino Daniel Link. Para que estas versiones contemporáneas de la novela epistolar adquieran prestigio literario se necesita que alguien escriba una obra del nivel de “Las amistadas peligrosas” en chat y/o e-mail. También han aparecido novelas que trabajan el impacto del internet en la vida cotidiana, como “Ático”, del español Gabi Martínez, que gira en torno a los juegos virtuales. Pero la literatura no sólo acompaña el devenir de la red; en cierta forma, la imaginó antes de que se tornara realidad. Lo prueban textos como “El jardín de senderos que se bifurcan”, ese cuento perfecto de Borges acerca de universos proliferantes , y, en la ciencia ficción, la novela “Neuromancer”, del canadiense William Gibson.
La estrella literaria del internet hoy es el blog. El blog es una bitácora de viaje en la blogósfera, un espacio textual que tiene algo del diario, del cuaderno de apuntes, de la crítica literaria, de la columna de opinión, del microrelato, del epigrama y de cuanto uno quiera añadir: el blog amenaza con suplantar a la novela como el gran género en el que cabe de todo. Gracias a la aparición de un nuevo soporte tecnológico estamos asistiendo, en “tiempo real”, al nacimiento de un nuevo género literario. La crónica ha sido en América Latina, desde fines del diecinueve, uno de los géneros privilegiados de nuestra modernidad, capaz de darnos muchísimos textos clásicos –estoy pensando en las crónicas norteamericanas de Martí, en las de Gutiérrez Najera--; hoy tiene grandes continuadores como Monsiváis y Pedro Lemebel, a través de periódicos y libros, pero quizás el verdadero capítulo contemporáneo de la crónica lo estén escribiendo en el internet los autores de blogs.
Hay blogs de todo tipo: los que son texto puro, los que juegan con formatos audiovisuales, etc. Están los blogs estrella, como, en el caso de España, el Javier Arce, que mantiene este diario personal en varios idiomas, con textos sacados tanto de Lucrecio como de Kerouac y los diccionarios; o el que lleva Arcadi Espada. El blog de Espada tiene tanto prestigio que ha sido premiado con… su publicación como libro tradicional. También están los blogs de escritores como Iván Thays–, con enlaces a suplementos de periódicos, notas sobre lo que Thays está leyendo y polémicas literarias-- y Cristina Rivera Garza–, escrito en un tono de diario de confesiones íntimas. Y, por supuesto, están los blogs de críticos como Idelber Avelar y Gustavo Faverón, chicos talentosos que acaban de publicar su primer libro, como el peruano Luis Hernán Castañeda, o autores inéditos como el boliviano Miguel Esquirol.
Estos autores están descubriendo que no necesitan de los libros para llegar a muchos lectores. El modesto blog de Esquirol, por ejemplo, tiene alrededor de ciento cincuenta lectores diarios: muchos más que los tienen algunos escritores de mi generación (me incluyo). Queda claro que para buscar buena (y mala) literatura ya no son suficientes las librerías y las bibliotecas.
17 Comments:
Por medio de Blogs de Bolivia me entero de su llegada al blogsphere. Le felicito por la apertura de su blog, Rio Fugitivo, y le dejo saber que estoy entusiasmado de poder leer el mismo de ahora en adelante.
Miguel
Muy buen artículo, Edmundo. Es interesante poner esto del blog en perspectiva.
Curiosidad adicional: ¿estás escribiendo estos textos sólo para el blog o son las mismas columnas que publicas en Chile?
Gracias por el apoyo, Miguel.
Gustavo, estoy comenzando con una selección de mis columnas publicadas en La Tercera. Por supuesto, las estoy actualizando y corrigiendo. Me imagino que tendré que recortar algunas.
Gracias Luis Hernán. Te leo seguido, me han hablado muy bien de ti. Espero conseguir pronto una de tus novelas.
Un artículo por día Edmundo, muy bueno!!!, espero puedas continuar este ritmo, a mí se me hace muy difícil. Saludos desde Santa Cruz.
Hola, Edmundo... Interesante tu blog.. Tus posts no son anotaciones breves sino bien desarrollados... Saludos
Hola Edmundo
Soy Ernesto Carlín, periodista peruano. Te entrevisté hace un par de años. Quisiera hacerte una entrevista sobre tu experiencia en la blogósfera. Dime cómo haríamos.
Saludos
Ernesto
Excelente post Edmundo
Sólo agregaría que lo fascinante de este medio radica en que la fácil publicación permite iniciar debates y seguirlos a través de los comentarios. Dan Gillmor en "We the Media" le llama construcción comuninataria del conocimiento. Felicitaciones nuevamente.
gracias, daniel, ezie y martin, ya los estaré visitando...
ernesto, escribime al jep29@cornell.edu
ojo de vidrio, acabo de ver tu correo, voy a entrar en un blog, gracias por la buena onda, nos vemos en diciembre en cocha
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Un gusto leerte en la bloggosfera, haber si piensas emulando a otros escritores como Gustavo Nielsen a subir material tuyo gratuitamente en un blogg solo literario.
Espero poder recibir una visita tuya en mi blogg
Saludos Cordiales
Paul Tellería
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Entiendo que este “blogging” debe ser el nuevo género de literatura,
depende a quién uno le pregunta, (es obvio que Edmundo Paz Soldán cree que
el blogging sí es un verdadero género de literatura) pero, en serio, ¿cuál
es el objetivo del blog? ¿Compartir ideas? ¿Es la necesidad básica de
comunicarse con todo el mundo? ¿O, es otra manera en que uno se siente
importante (al menos en su propia mente)? ¿Por qué escribe en varias
bitácoras Edmundo Paz Soldán y cómo tiene el tiempo para mantenerlas?
También, quiero preguntar al Señor Paz Soldán cómo uno se clasifica
literatura de buena o mala? ¿Cómo se clasifica literatura por lo general?
Yo encontré esta entrada, “De Blogs y Literatura”, muy interesante. Creo que muchas ideas que aparecen aquí pueden ser relatadas con las que están presentes en su novela que he leído, Sueños Digitales. Aquí en la entrada, usted había dicho que la aparición de la Internet (y los otros técnicos nuevos de expresarse por la tecnología) no necesariamente significa el termino del uso de los maneras tradicionales, pero más algo como “una reinvención de nuestra ecología mediática.” Esta idea me pareció muy interesante a causa de dos razones.
Primero, quiero comentar que veo esta idea es un poquito contradictorio a las ideas que están expresadas en su novela. Aquí, en esta entrada del blog, tiene usted un punto de visto muy positiva, con confianza en la sobrevivencia de los medios tradicionales de comunicarse y representarse. Pero, parece que dentro de la novela, la perspectiva es distinta; el mensaje del libro es casi negativo en térmios de la presencia de la tecnología en la ciudad Río Fugitivo. Las escenas como la del bibliotecario quien había reducido al mendigo, por ejemplo, da una visión negativa y pesimista de los efectos que tiene la tecnología en la tradicional. Parece que usted está expresando un mensaje que dice que no es posible sobrevivir lo del pasado con la infiltración de lo nuevo. Refleja la novela la canción de los Bugles que está mencionada en la entrada; en Sueños Digitales, parece que lo del pasado literario es “la estrella se torna irrelevante si no se adapta a las nuevas reglas de juego”, lo cual en este caso se refiere a la tecnología. Ésto presente una contradicción con lo que está expresando aquí en la entrada que termina ofreciendo esperanza por el éxito de una mezcla del pasado, presente y futuro. Por el contrario, la novela revela una desconfianza en nuestra capacidad para asimilarse con éxito. ¿Es intencional este conflicto de perspectiva, o es solamente por el propósito de la novela que cambió usted su punto de visto sobre este tema?
El segundo punto que quiero discutir es más como un comentario personal. Yo soy una estudiante en mi cuarto año en un programa de la educación secundaria. Había aprendido sobre nuevos modos de enseñar a estudiantes, los cuales incluyen el uso de Internet y otras tecnologías en las clases. ¿A qué atribuye su interés en el uso de la tecnología en la ecología literaria? Quiero saber su opinión sobre estos nuevos métodos. ¿Piensa usted que usar la tecnologías para enseñar tiene? ¿Cree que la tecnología va a substituir los métodos más tradicionales, como leer y discutir las novelas, o es posible en su opinión mezclar lo viejo con lo nuevo en la clase con éxito? Para mi es muy interesante leer otras opiniones sobre temas como éste, las cuales podrán en el futuro tener una influencia grande en mi profesión como profesora.
Profesor Paz:
Me preguntaba si conoce de otras obras que se asemejen en tematica a "suenos digitales" en latinoamerica. Estoy trabajando en mi propuesta de tesis doctoral y entre mis lecturas he incluido su novela mencionada arriba. Quiero trabajar la influencia de la cultura de medios en la cotidianidad desde una perspectiva contemporanea, explorando los nuevos medios y la cibercultura. No tengo idea del contexto colombiano el cual quisiera explorar para analizar por donde va Macondo o si por el contrario si los escritores colombianos se han mantenido en una suerte de nostalgia por el renacer de las cenizas. Desafortunadamente no encuentro nada de tecnocultura dentro de la narrativa colombiana. Gracias por tomarse el tiempo de leer este mensaje y si me responde, le quedare agradecido. Javier(UBC, Canada)
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