tag:blogger.com,1999:blog-182147652024-03-23T11:20:02.904-07:00Río FugitivoEdmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.comBlogger107125tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-27203318717800857792008-05-05T18:08:00.000-07:002008-05-05T18:10:11.137-07:00RIO FUGITIVO: <a href="http://www.elboomeran.com/blog/117/edmundo-paz-soldan/">NUEVA DIRECCION</a>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com32tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-53143752823879882692008-05-03T11:08:00.000-07:002008-12-10T02:48:05.442-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4hGfKahtozGT1q18MtWssxz5B4ZJK2zeA5_vrueYcfVAlcC0dWdPauoDphimrdfq9oGiSqw5VOY8dSNcyLctJ-dboGCY3mqZg9lNMsLG0jrpxgCwTnusovpTOns4s7FWj7Oxb/s1600-h/images.jpeg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4hGfKahtozGT1q18MtWssxz5B4ZJK2zeA5_vrueYcfVAlcC0dWdPauoDphimrdfq9oGiSqw5VOY8dSNcyLctJ-dboGCY3mqZg9lNMsLG0jrpxgCwTnusovpTOns4s7FWj7Oxb/s400/images.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5196216482324468722" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">RÍO FUGITIVO EN EL BOOMERAN(G)</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">Desde hace cuatro meses que mi blog está enlazado a <a href="http://www.elboomeran.com/">El Boomeran(g)</a>. Ha sido un placer llegar a los lectores de ese sitio tan importante para la literatura en español, en el que se encuentran algunos de los blogs que más admiro. A partir de este lunes 5, comienza una nueva etapa: este blog será parte intrínseca de El Boomeran(g). No cambiará de nombre, tampoco de estilo, pero sí de formato, y también de frecuencia (la intención es escribir más seguido). Cuando comencé, hace dos años y medio, hacía trampa y utilizaba el blog para divulgar los artículos que escribía en periódicos (sobre todo <a href="http://www.tercera.cl">La Tercera</a>, de Chile) y revistas. Con el tiempo, me di cuenta que un nuevo medio necesitaba de otro lenguaje, y me puse a mezclar textos escritos para otros medios con <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">posts</span> escritos directamente con el blog. La idea, ahora, es que no desaparezcan los artículos de otros medios, pero que predominen los <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">posts</span>. Que <a href="http://riofugitivo.blogspot.com">Río Fugitivo</a> madure. No será fácil, pero bueno, eso es lo interesante de este desafío.<br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com18tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-44093522517425435582008-04-27T14:14:00.000-07:002008-12-10T02:48:05.548-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO-M3w8XBWQMCPcmhJm5MeybrguAmZVI2IJNu_o0jypglrW_TBlC7_vSZ7amJFwrPQvSYb2OOvNZCGLZzB96YJ0o5GQGbShKakblQ9hydTotxSeLOrvC2Skv25f__i9lkPDnpx/s1600-h/images.jpeg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO-M3w8XBWQMCPcmhJm5MeybrguAmZVI2IJNu_o0jypglrW_TBlC7_vSZ7amJFwrPQvSYb2OOvNZCGLZzB96YJ0o5GQGbShKakblQ9hydTotxSeLOrvC2Skv25f__i9lkPDnpx/s400/images.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5194037757084357602" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">MAYO DEL 68: DE LA REVUELTA AL PARQUE TEMÁTICO<br /></span><br /><div style="text-align: justify;">Nací en el mismo país y año en que murió el Che Guevara. Soy de los que creció escuchando las canciones de los Beatles y los Rolling Stones que colocaban sus padres, y de los que leyó curioso, ya convertidas en graffiti, esas frases que nos dejaron los estudiantes de la revuelta de mayo del 68 en París: “la imaginación al poder”, “prohibido prohibir”. Como muchos chicos sudamericanos, pasé los años de mi infancia y adolescencia bajo gobiernos dictatoriales. Eso alimentó mi nostalgia por los sesenta, condensados en ese simbólico mayo.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pertenezco a una generación que tuvo una curiosa fascinación por un tiempo que no le tocó vivir. Quizás por eso fue que, cuando tuve la oportunidad de continuar mis estudios en los Estados Unidos, decidí postular a Berkeley. Berkeley era uno de los epicentros del cataclismo generacional de los años 60: allí se originó, en 1964, el Free Speech Movement, que pedía permitir la actividad política en el campus y respetar los derechos de los estudiantes a opinar. Fue allí también, en 1965, donde se iniciaron las protestas contra la guerra en Vietnam.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A principios de los noventa, las cosas habían cambiado en Berkeley. Continuaba el fervor de los estudiantes por involucrarse en todo tipo de causas “progresistas”, pero ahora todo parecía una parodia de los años sesenta: sí, estaban los movimientos por la causa del Tibet y por los derechos del pueblo palestino, pero también se podía encontrar el apoyo a Sendero Luminoso, “heroíco grupo de avanzada” en la lucha de los “hermanos del Tercer Mundo” contra el capitalismo. Hubo en 1992 una huelga de los estudiantes de maestría y doctorado que enseñábamos clases: queríamos que se nos reconociera el derecho a formar un sindicato, pues no sólo éramos estudiantes sino trabajadores. No enseñamos durante dos semanas, y hacíamos piquetes de huelga en torno al campus a lo largo del día. Lo nuestro no tenía la grandilocuencia de las causas de los sesenta, pero estábamos seguros de que pedíamos lo justo y confiábamos en que una universidad progresista como Berkeley nos daría la razón. Nos equivocábamos: el rector tomó una línea dura, y el movimiento fue destazado. Debimos volver a clases para la semana de exámenes, humillados: si no lo hacíamos, perderíamos nuestras becas. Muchos estudiantes del doctorado terminaron dejando la universidad.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así como los que enarbolaban la bandera de Sendero Luminoso no aprendían de las ingenuidades cometidas por los intelectuales y estudiantes de mayo del 68 en su lucha contra el capitalismo –su elogio sin reservas al “camarada Mao”, por ejemplo--, nosotros parecíamos no haber aprendido que las protestas en Berkeley habían terminado con la derrota del movimiento estudiantil en 1969, cuando Ronald Reagan, entonces gobernador de California, decidió mandar a la Guardia Nacional a enfrentarse con los estudiantes en People’s Park. El Che había muerto, los tanques rusos habían entrado a Checoslovaquia, y en América Latina las fuerzas de la derecha se preparaban para asaltar el poder y responder violentamente al avance del comunismo y de los ideales de la contracultura. Hubo, todavía, algunos escarceos triunfales de la izquierda (la victoria de Allende en Chile), pero, en general, los setenta fueron la década de la reafirmación del orden establecido.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A mediados de los noventa, con el retorno de la democracia, los jóvenes de la clase media ya nos habíamos adaptado rápidamente al modelo neoliberal. Habíamos llegado a la conclusión de que los movimientos de cambio social estaban destinados al fracaso, y que la utopía de una sociedad igualitaria era eso, una utopía. Fuimos, entonces, irónicos, distantes, escépticos. Se podrían haber sacado otras conclusiones de lo que ocurrió en los 60, como que resultaba más digno soñar en grande y fracasar que alcanzar el éxito a costa de suprimir cualquier riesgo. No hay que desconocer que las luchas de los 60 -que van más allá del mayo francés, por supuesto- permitieron grandes avances en materia de derechos civiles, aunque el capitalismo salió fortalecido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En 2001 volví a Berkeley como profesor. Descubrí que, en una de las bibliotecas, la universidad había abierto el café Free Speech Movement. Era raro, pedir un capuchino en un café empapelado por fotos de Mario Savio y los otros líderes estudiantiles de los sesenta. Se podía comprar postales y fotos de las protestas. Una vez más, el poder establecido había absorbido a la oposición. Los años sesenta se van convirtiendo en un parque temático: es la forma en que el capitalismo de hoy incorpora la historia a su catálogo en exposición.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">(<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Reportajes</span>, La Tercera, 27 de abril 2008)</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-78692742690105344162008-04-24T01:31:00.000-07:002008-12-10T02:48:05.717-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1M0tFTMGc9U0-rMElNFE1NRqUFt_tL93ev-e-rcJ3ocILww_MRtos74FmgVsaGBSP2wkEey07KBvKFzVa8_z-agQeEIa4kooq0DRrxjM2J9EbxBVGgr_BullwAKwzKpCQ3KK8/s1600-h/IMG.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1M0tFTMGc9U0-rMElNFE1NRqUFt_tL93ev-e-rcJ3ocILww_MRtos74FmgVsaGBSP2wkEey07KBvKFzVa8_z-agQeEIa4kooq0DRrxjM2J9EbxBVGgr_BullwAKwzKpCQ3KK8/s400/IMG.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5192727920908096466" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">SEIS AÑOS DE ETIQUETA NEGRA</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">Hace algunos años, recibí un correo electrónico de un amigo peruano, Julio Villanueva Chang, para proponerme que escribiera un artículo para el tercer número de una revista llamada<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"> Etiqueta Negra</span>, que acababa de lanzar en el Perú. Escribí el texto y se lo envié; días después, recibí la respuesta: Julio me volvía a enviar el texto, pero ahora con el orden de los párrafos cambiado y con sugerencias para mejorarlo. Yo vivía en los Estados Unidos y estaba acostumbrado a trabajar con editores minuciosos; mi sorpresa, ahora, era toparme con uno de ellos en América Latina. Entusiasmado, revisé el texto durante toda la noche y se lo envié a Julio. Al rato, recibí un correo con la noticia de que todo estaba aprobado. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En sus seis años de vida, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra</span> acaba se ha convertido en parte fundamental de un grupo de primer nivel de revista culturales en América Latina. <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra</span> nació del encuentro entre Villanueva Chang y dos empresarios emprendedores, los hermanos Huberth y Gerson Jara. Los hermanos Jara, dueños de una pequeña imprenta en un barrio popular de Lima, estaban interesados en editar una revista que llegara al mundo de gente como ellos, los “emprendedores que buscan algo más que sólo ganar dinero”. Alguien les habló de Julio, que acababa de dejar su trabajo como periodista en <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">El Comercio</span> y quería ser un reportero viajero (había escrito tres reportajes para la revista <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Gatopardo</span> y decidido que lo suyo era el periodismo más de revista que de diario). Después de una reunión en el café Haití, y de que Julio los llevara a su casa para mostrarles la habitación en la que guardaba, ordenados meticulosamente, todos los ejemplares de las revistas que coleccionaba (<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Esquire</span>, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">The New Yorker</span>, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Vanity Fair</span>…), se dieron cuenta de que el proyecto de Julio no iba con el de ellos. Y sin embargo, tuvieron el olfato para reconocer que el sueño de Julio –“imaginar la mejor revista de tu vida”, en palabras de Toño Angulo Daneri, otro de los periodistas que se embarcó en la aventura—tenía mucho valor, y decidieron apostar por él.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para que se entienda la inmensidad de lo logrado hay que subrayar que la inversión de los hermanos Jara fue de apenas veinticinco mil dólares. Con esa suma, no daba para tener un plantel editorial: había varios colaboradores, pero durante los primeros cinco números el único dedicado en pleno a la revista era Julio. En medio del tabaco y el vino, las reuniones se llevaban a cabo en la sala de su casa. Ese trabajo artesanal, unido al poder de convicción de Julio, que logró que escritores de primer nivel –John Lee Anderson, Fernando Savater, Carlos Monsiváis, Juan Villoro— hicieran suyo el proyecto y colaboraran sin recibir nada a cambio, le dio su sello a la revista. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La fórmula de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra</span> permaneció inalterable durante los primeros cinco años: diseño elegante, unidad temática para cada número (dinero, sexo, comida, fútbol, etc), y crónicasextensas de grandes firmas. Semejante ambición hizo que los primeros año<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">s Etiqueta Negra</span> sobreviviera a duras penas: el mercado para esta revista en el Perú no pasaba de los cinco mil ejemplares, y no hubo suerte en todos los intentos que hubo por internacionalizarla. Y sin embargo, como recuerda Daniel Titinger, nuevo director editorial de la revista: “con <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra</span> sucede algo muy extraño: los clientes empezaron a apoyarnos con sus avisos sin ser la revista comercial. Incluso, a veces, hemos estado reñidos con lo comercial, haciendo todo lo contrario a lo que un cliente pediría. No somos una revista para mujeres amas de casa, ni para hombres solos, ni de sociedad, ni de deportes, ni de estilos de vida, no teníamos un nicho fijo: y nos apoyaron y nos apoyan”. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El año pasado Julio y Toño dejaron la revista en manos de Daniel, que ya colaboraba con ellos. <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra</span> ha sido rediseñada, con el resultado de que es otra, pero es la misma. Se mantienen la unidad temática y la ambición por publicar crónicas y ensayos de primer nivel –en el número de enero de este año, el último que tengo en mis manos, el tema son “Las ciudades invisibles” y hay grandes reportajes de Álvaro Bisama sobre las apariciones de la virgen en Valparaíso y de Alex Ayala sobre Vallegrande, la ciudad en la que murió el Che--, se añaden secciones cortas que le dan más agilidad a la lectura, un cuento inédito (Fresán, Fuguet, Vila-Matas...; Diego Salazar es el editor de ficción), y la última página pertenece al humorista argentino Liniers. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra</span> es, a la vez, periodismo y literatura. Nombres importantes de la actual crónica latinoamericana publican en la revista: Gabriela Wiener, Juan Pablo Meneses, Leila Guerriero, Josefina Licitra. Los libros recientes de cronistas de la órbita de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra</span> –Marco Avilés, Juan Manuel Robles, el mismo Titinger— muestran de manera contundente que la revista ha hecho escuela. Por ahí andan también los libros de otros miembros del núcleo duro de la revista (Toño Angulo, Sergio Vilela, Daniel Alarcón). Lo único que falta es que <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra</span> pueda superar los habituales compartimientos estancos que limitan el flujo de los productos culturales del continente, y encontrarse en librerías y quioscos más allá de Lima. Mientras tanto, por lo menos para los últimos números, nos queda la <a href="http://www.etiquetanegra.com.pe/">red</a>.</div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-39089889969613860622008-04-21T15:18:00.000-07:002008-12-10T02:48:05.993-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipGvfMrQUBd_Xpch8Nj70gOHm8Tz6qUsP713MJ583lFOj2jMx47yFAmKWn9vYDWpymnrTjddqX4bila2AS-1n8bmc_fJs3SWHtvfXZAW0tbbphhuDSyI10L83zxQOPsiHOZ0N7/s1600-h/foto+ROMEO_5958_Alta.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipGvfMrQUBd_Xpch8Nj70gOHm8Tz6qUsP713MJ583lFOj2jMx47yFAmKWn9vYDWpymnrTjddqX4bila2AS-1n8bmc_fJs3SWHtvfXZAW0tbbphhuDSyI10L83zxQOPsiHOZ0N7/s400/foto+ROMEO_5958_Alta.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5191827458481358146" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">AMARILLO</span>, DE FÉLIX ROMEO</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">Conocí a Félix Romeo hace diez años, en un congreso organizado por la editorial Lengua de Trapo en la Casa de América en Madrid. Me sorprendió lo cariñoso que era a pesar de su facha de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">bouncer</span> de discoteca. Defendía sus ideas con pasión, y era capaz, literalmente, de bajar al ruedo por ellas: en una de las mesas, como no llegaba a un acuerdo con alguien del público, Félix saltó sobre la mesa y en un segundo se le encaró al impertinente. Los guardias de seguridad tuvieron que intervenir para evitar los golpes. En mi larga carrera de congresos y ferias del libro, era la primera (y hasta ahora, única) vez que veía a un escritor dispuesto a ir más allá de las palabras por un argumento.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Félix escribió un par de novelas publicadas por Anagrama y luego, si bien siguió animando la vida literaria española, dejó de publicar libros. El año pasado me anunció que pronto publicaría un texto “menor”, dedicado a rememorar a un amigo que se suicidó cuando vivía con él en Barcelona, quince años atrás. Ahora que he leído ese libro, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Amarillo</span> (Plot, 2008), descubro la modestia de Félix: el libro es breve, pero no menor. Chusé Izuel es el amigo que se suicidó por una pena de amor. Chusé era un escritor y crítico con mucha proyección; cuando mostraba su amargura ante ese amor que lo había abandonado, Félix, al igual que Bizén (el otro amigo que vivía con ellos), pensaba que Chusé exageraba, que algún día despertaría de ese dolor y volvería a la normalidad. Pero Chusé no despertó, y Félix debió quedarse a lidiar con el fantasma de la culpa.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Félix no intenta escribir una biografía de Chusé. En realidad, Félix no intenta muchas cosas, y ésa es su salvación y la grandeza de este libro. Las frases cortas, el tono lacónico, nos hablan de la difícil lucha con la pérdida, y de cómo el ser humano es un misterio. Las respuestas fáciles están excluidas, y en la escritura, Félix no hace más que apilar preguntas. Félix recuerda, pero es más lo que no recuerda. Félix sabe, pero es más lo que no sabe. Y así, a través de esos silencios, escribe una de las mejores elegías que he leído a la muerte de un amigo. A la muerte de alguien. A la pérdida. Varias veces, mientras leía el libro, pensé en Manrique, en las <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Coplas</span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"> por la muerte de su padre</span>. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-91432703096260165902008-04-14T05:29:00.000-07:002008-12-10T02:48:06.381-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGK49apfCPcnFLX_9CkfOyTHqUedlXCxcV9ldiEVE35JQR1AjQtg7tt-OnbgyJt_6xWTupeSX7dMY13M1kSk5LO2Ma56KrgTcwGCvyqaeY0izvNYAKZxziQoG6fI5Ep0vjpCq4/s1600-h/ilustracion-de-luis-scafati_articlethumbnail.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGK49apfCPcnFLX_9CkfOyTHqUedlXCxcV9ldiEVE35JQR1AjQtg7tt-OnbgyJt_6xWTupeSX7dMY13M1kSk5LO2Ma56KrgTcwGCvyqaeY0izvNYAKZxziQoG6fI5Ep0vjpCq4/s400/ilustracion-de-luis-scafati_articlethumbnail.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5189079896603184690" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">SEMANA PIGLIA EN MADRID</span><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La Semana Piglia organizada por <a href="http://www.casamerica.es/es/casa-de-america-madrid/agenda/literatura/semana-de-autor-dedicada-a-ricardo-piglia">Casa de América</a> (desde hoy hasta el viernes) es una buena ocasión para renovar las lecturas que despierta la obra del escritor argentino. Estarán críticos (Speranza, Echevarría, Becerra, Masoliver Rodenas) y escritores (Pauls, De Santis, Figueras, Prado, Carrión, Vásquez, Villoro). Con la publicación de <a href="http://www.candaya.com/ellugardepiglia.htm">El lugar de Piglia</a>, la antología de ensayos sobre la obra del escritor argentino que ha coordinado Jorge Carrión, se puede concluir con confianza: Piglia ya pertenece al canon (aunque, claro, esa palabrita huela a cosas decimonónicas, a literatura sacralizada en los archivos, y no tenga mucho que ver con la actualidad de los libros de Piglia). <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Habrá mesas sobre la novela paranoica, sobre la relación de Piglia con el cine, el cuento y los comics, y sobre la más importante contribución de Piglia a nuestra literatura: la idea de que se puede hacer crítica desde la ficción. Todos los que hemos leído <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Respiración artificial</span> sabemos que la novela y el ensayo no tienen por qué estar reñidos. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así que, nos vemos esta tarde en Casa de América. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dos textos míos relacionados sobre Piglia: uno, ya que estamos con el tema de la novela paranoica, este párrafo de un artículo más largo: <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div><div style="text-align: justify;">Otra versión del criptoanalista se puede encontrar en <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">Respiración artificial</span> (1980), la novela de Ricardo Piglia en la que hace su aparición tangencial Arocena, el censor del gobierno que lee las cartas de supuestos opositores en busca del “mensaje cifrado… debajo de lo escrito, encerrado entre las letras, como un discurso del que sólo pudieran oírse fragmentos, frases aisladas, palabras sueltas en un idioma incomprensible, a paritr del cual había que reconstruir el sentido”. Los criptoanalistas son, como Arocena, lectores paranoicos, gente que cree que los textos, las imágenes, el mundo se hallan sobresaturados de mensajes secretos a la espera de sus descifradores. “Toda información parece simple ruido hasta que uno descubre el código”, dice un personaje de Neal Stephenson –ese magnífico Pynchon para la generación cyberpunk— en su novela <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">Snow Crash</span>. Con la esperanza de descubrir el código, muchos criptoanalistas han terminado en el delirio, perdiendo sus facultades mentales: aparte de Friedman, el ejemplo más obvio es el inglés Albert Turing, quien, para desarticular Enigma --la poderosa máquina que los nazis utilizaban para cifrar sus mensajes--, terminó inventando el prototipo de la computadora. Si Piglia recuperara a Arocena para una futura novela, lo más probable sería encontrarlo recluido en un manicomio, buscando en las blancas paredes de su habitación los secretos de la escritura secreta. (El artículo completo se puede encontrar <a href="http://riofugitivo.blogspot.com/2006/04/secretos-de-la-escritura-secreta.html">aquí</a>).<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Otro, una <a href="http://riofugitivo.blogspot.com/2005/11/la-linterna-de-piglia-le-el-ltimo.html">reseña</a> de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">El último lector</span>.<br /></div><br /><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-9587964089527751132008-04-11T16:43:00.000-07:002008-12-10T02:48:06.600-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEX2GwwSf2JORHoc92_yK4B1dZ3ws2Sfli93crXSf7mLLbGGSMxPRreRk3-bFOnr4QBdqIWpxBVLHDUoc4i8mrvYULkv-apOp_69H2QDHCXtUxFwy9xnl2rIbyB5LmEb0WDTRX/s1600-h/images.jpeg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEX2GwwSf2JORHoc92_yK4B1dZ3ws2Sfli93crXSf7mLLbGGSMxPRreRk3-bFOnr4QBdqIWpxBVLHDUoc4i8mrvYULkv-apOp_69H2QDHCXtUxFwy9xnl2rIbyB5LmEb0WDTRX/s400/images.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5188138845634787938" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">FOGWILL</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">La literatura argentina produce tantos escritores excéntricos que esa excentricidad se ha convertido en una parte central del corpus literario. Si algunos piensan en César Aira como el eje articulador de un tipo de escritura “rara”, otros pensamos, mejor, en Rodolfo Enrique Fogwill, conocido como Fogwill a secas (“Yo quería ocupar un lugar tipo Sócrates o Hegel. ¿Quién dice Guillermo Federico Hegel?”).<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fogwill ha escrito: “El arte de la novela, que parece, complejo, resulta, si se lo observa desde lejos, una sencilla combinatoria. Está la historia, están la silla y la mesita de novelar, y sobreviene la intención de combinar algunas citas bajo palabreriles velos”. Todo, así, se presenta fácil. Y sin embargo, en Fogwill, lo que muchas veces hacen las palabras es ocultar “lo que ha debido suceder detrás”. Uno debe trabajar por indirección, leer a contrapelo, descubrir qué es lo que no se dice detrás de lo que se dice. Por ejemplo, en esa historia de viajes para visitar a una madre que es <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Sobre el arte de la novela</span>, el narrador termina así: “…yo había salido sin documentos y no quería estar en la vereda ni a bordo del Peugeot, porque aquí sigue siendo peligroso andar por la calle sin documentos de identidad”. Este texto, escrito a principios de los 80, remite al período de la dictadura argentina. Esa dictadura es, aquí, aquello que no se narra pero que, a la vez, gracias al “arte de la novela”, se halla muy presente.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fogwill ha escrito la gran novela sobre la guerra de las Malvinas (<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Los pichiciegos</span>), y ha narrado mejor que nadie los desajustes de la Argentina neoliberal <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">(La experiencia sensible</span>). También ha sido uno de los escritores que ha podido enfrentarse a Borges y salir indemne, en <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Help a él</span>, una novela corta que reimagina a la Beatriz Viterbo de “El Aleph”, pero en clave sexualizada y de alucinación por las drogas. Si en Borges no aparecen esos elementos de la “experiencia sensible” –el sexo, las drogas— Fogwill se atreve a ayudarlo a llenar los huecos (<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Help a él</span> puede leerse como <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Help a Borges</span>). De hecho, toda la obra de Fogwill puede entenderse como un intento de llenar los huecos: Fogwill ha sugerido que el uso corriente del lenguaje produce “artificios prefabricados”, lugares comunes que son “vacíos”; el escritor debería ir contra el artificio, contra el lugar común, y llenar ese vacío. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-21492889668442071172008-04-10T01:33:00.001-07:002008-04-10T01:36:33.634-07:00<div xmlns="http://www.w3.org/1999/xhtml"><p><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">ASTRO BOY</span></p><p><object height="350" width="425"><param value="http://youtube.com/v/zspGKUk9mE0" name="movie"><embed height="350" width="425" type="application/x-shockwave-flash" src="http://youtube.com/v/zspGKUk9mE0"></embed></object></p><p style="text-align: justify;">Quise mostrarle a Gabriel (mi hijo mayor, de siete años) algo de lo que veía durante mi adolescencia temprana, y descargué los cincuenta y un episodios de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Astro Boy</span>. Al final, me volví a enganchar: me había olvidado del humor de Tezuka, y no sabía que las aventuras del robot niño en su lucha contra Atlas tenían mucho que decirle a un adulto. <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Astro Boy</span> fue creado como manga en 1952, reapareció como serie de televisión en blanco y negro durante la década del sesenta, y fue rediseñada por Tezuka en los años ochenta, a colores. Dicen que la versión en blanco y negro es la mejor; yo ví la de los ochenta. Los dibujos son algo primitivos, los personajes esquemáticos, pero la visión de Tezuka de un mundo en que los robots coexisten con los seres humanos está llena de matices y guiños que la hacen cada vez más actual.<br /><br /></p></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-10863370433081752712008-04-05T09:27:00.000-07:002008-12-10T02:48:06.968-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP5XxCHndZKGMac8JzR0Yt0W2P96GNU6TmvG1T2hyphenhyphen8Dyj36AhI3T5QCm8pF8nQH-f5WxJpuYSxgRoHD2M-LK8N6vkWBnUGofZVMrxVmW6YaLNX2jzmkUo1IAjm-UeW4XRn5ZwM/s1600-h/logo_en.gif"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP5XxCHndZKGMac8JzR0Yt0W2P96GNU6TmvG1T2hyphenhyphen8Dyj36AhI3T5QCm8pF8nQH-f5WxJpuYSxgRoHD2M-LK8N6vkWBnUGofZVMrxVmW6YaLNX2jzmkUo1IAjm-UeW4XRn5ZwM/s400/logo_en.gif" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5185799865101588306" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">KAFKA Y PRAGA</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">En lo que Praga no ha cambiado es en la forma insistente en la que reclama a Kafka como parte imprescindible de la ciudad. Acaso no hay ciudad tan marcada como Praga por la impronta de un escritor, a pesar de que Kafka no haya ambientado nada específicamente en Praga (aunque, claro, muchas de sus descripciones tienen a Praga como punto de partida). Curiosa paradoja, la de un lugar en la que su hijo más importante apenas pudo publicar en vida, que reprimió sus libros en las décadas heladas del comunismo, y que hoy lo vende en postales, camisetas, afiches, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">pins</span>. ¿Qué diría al respecto el hombre que escribió como pocos acerca de la alienación de la vida moderna?<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En cualquier kiosco de la ciudad se puede conseguir un mapa de la Praga de Kafka. Lo cierto, sin embargo, es que como no hay calle, avenida o barrio que no remita de alguna manera al escritor checo, uno puede ponerse a caminar por la ciudad sin mapa alguno e igual llegará a toparse con algún mojón histórico kafkiano. Yo llegué por accidente a la calle de la Torre, en la plaza Franz Kafka, número 5/27, lugar donde nació el escritor en 1883. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Del mapa pueden seleccionarse ciertos lugares: la calle de los Alquimistas, número 22, en los dominios del castillo de Hradcany, donde Kafka escribió algunos de sus cuentos más importantes (entre ellos “La gran muralla china”); Na Poricz 7/1075, donde se encontraba la compañía de seguros en la que trabajó Kafka; el parque Chotek, favorito del escritor; Malé Namesti 2/3, donde Kafka vivió durante su infancia y desde donde salía rumbo al colegio; Pariszka 36/883, donde Kafka vivió en su juventud y donde escribió “La metamorfosis”; Bilkova 10/868, donde escribió El proceso; Skorepa 1/27, casa en la que vivía Max Brod y Kafka conoció a Felice Bauer; el cementerio de Strasnice, donde se encuentra la tumba de Kafka. Y por supuesto, el renovado museo Kafka, al que se llega cruzando el puente de San Carlos, rumbo a Hradcany. Allí hoy se encuentra montada una sofisticada y vanguardista instalación que representa en detalle el mundo laberíntico, burocrático, carcelario, del escritor muerto de tuberculosis en 1924.<br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En la calle Vodickova, número 44, se encontraba el cabaret Lucerna, al que Kafka solía asistir junto a Max Brod y otros artistas. A principios del siglo XX, había llegado a Praga ese nuevo tipo de entretenimiento llamado “cabaret”; el Lucerna ofrecía actuaciones de los artistas checos y extranjeros del momento. Signos de degradación por todas partes: lo que hoy se entiende por “cabaret” en Praga no es lo que se entendía en tiempos de Kafka. ¿qué hubiera dicho el escritor checo de tener la oportunidad de conocer lugares como el Darling o el Atlas? De seguro no habría habido un juicio moral sumario, pero sí, quizás, una gran oportunidad para convertir una faceta prosaica de la vida moderna en una gran parábola sobre la condición humana. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-80651959880897032452008-04-01T02:19:00.000-07:002008-12-10T02:48:07.315-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjKtUZ_uduadXbunsGFwyJaet7thUwZITC6gGhh8O_rtGSTSzmyoz_8VDiJdXmo4WBnwmuotrR8iSPbaLLapCiq3b5ESyZCiNjtdhLz-jw-N4DXwfdIc_EpDJ6A2RVvEyM_nZ5/s1600-h/images-1.jpeg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjKtUZ_uduadXbunsGFwyJaet7thUwZITC6gGhh8O_rtGSTSzmyoz_8VDiJdXmo4WBnwmuotrR8iSPbaLLapCiq3b5ESyZCiNjtdhLz-jw-N4DXwfdIc_EpDJ6A2RVvEyM_nZ5/s400/images-1.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5184205216759027506" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">CRÓNICA DE UN VIAJE A PRAGA (I)</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">Hace una década y media, cuando aún no existía el euro y viajar por tren a través de Europa era una suerte de ritual de paso de los estudiantes en las universidades norteamericanas, me compré un Eurailpass y emprendí un vaje de dos meses que partía en Amsterdam y terminaba en Londres. Con el tiempo, las ciudades europeas y las experiencias de esos días —la Expo de Sevilla, las Olimpiadas de Barcelona— fueron fundiéndose y entremezclándose; sin embargo, hubo una ciudad que mantuvo su originalidad: Praga. Había algo de cuento de hadas sombrío en esa ciudad con el Castillo presidencial de Hradcany recortado en el fondo del paisaje y las casas de fachadas heráldicas con torres apuntando al cielo.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Fue por eso que decidí volver a Praga. Se trataba de viajar al pasado con la esperanza de que éste permaneciera intacto, aunque acompañado por la sensación inevitable e inquietante de que, al formar parte de la Comunidad Europea, la capital de la República Checa habría, sin duda, perdido buena parte de su originalidad. ¿Qué quedaría de la Praga espectral que el gran Franz Kafka consideraba su “prisión”, y de aquella en que Gustav Meyrink había ambientado el Golem, ese ser que “a veces vaga por las calles para difundir el horror entre los hombres”?<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Praga se ha modernizado, pero no lo suficiente para perder su romanticismo. La ciudad a orillas del río Moldova tiene puentes nuevos que lo cruzan, aunque ha dejado sin tocar, a manera de reclamo turístico, el puente de piedra de San Carlos, donde uno puede encontrar a vendedores de cuadros típicos de Praga, reproducciones de Mucha –ese gran artista del<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"> art nouveau</span>—y baratijas; los turistas se agolpan frente a los retratistas que ofrecen dibujar tu retrato por unas cuantas coronas. En diciembre, en las casetas de la plaza principal, y en las que se hallan en torno a las calles peatonales de Mala Strana, los vendedores ofrecen nacimientos navideños, collares y aretes y pulseras con cristal de Bohemia, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">matrioshkas</span> rusas, títeres y marionetas por doquier, y también se hallan los puestos de comida checa, que no se distingue mucho por su originalidad pues se trata de una mezcla de las cocinas de países aledaños: aquí son especialidades locales la salchicha alemana con chucrut y el goulash húngaro. Comida contundente, muy grasosa, con poca sofisticación. Lo único verdaderamente checo es el pato al horno.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todavía no ha llegado Starbucks a Praga, pero sí varias cadenas de cafés italianos (Lavazza, Illy). En cuanto a comida rápida, los checos parecen tener una predilección por Kentucky Chicken (está por todas partes, y siempre anda lleno). Abundan las casas de cambio y los bares irlandeses, que ofrecen sin descanso partidos de fútbol de todas las ligas (y en los que hay cerveza de todas partes del mundo y posters con conocidas beldades checas: Petra Nemcova, Eva Herzigova).<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-47377354706314421982008-03-29T02:31:00.000-07:002008-12-10T02:48:07.541-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6TkalodvfP1UeRSjhK0MMMKEO_9cpJxuv0fKUW5MmBLZ14AQs-Z4Umli5ajVKllhSJGDPNuRI1-02r7b2P1F-ugiHfaC9jeMc-ztXLPfP7JAwH62sLJhjq6wz6kuF1h-75CCj/s1600-h/numeros2.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6TkalodvfP1UeRSjhK0MMMKEO_9cpJxuv0fKUW5MmBLZ14AQs-Z4Umli5ajVKllhSJGDPNuRI1-02r7b2P1F-ugiHfaC9jeMc-ztXLPfP7JAwH62sLJhjq6wz6kuF1h-75CCj/s400/numeros2.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5183094581165954834" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">CUANDO EL PERIODISMO Y LA LITERATURA SE ALÍAN</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">Algún día, cuando se escriba la historia literaria de la América Latina de principios de este siglo, se tendrá que reconocer que las grandes innovaciones de la prosa latinoamericana vinieron de la mano de los editores, de los cronistas, de los periodistas, de los escritores de non-fiction. En esa historia por contar se verá el notable papel de algunas revistas: <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Gatopardo</span> (creada en Colombia, editada hoy en México), la peruana <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra</span>, la colombiana <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">El Malpensante</span>, la chilena <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">The Clinic</span>, la mexicana <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Letras Libres</span>, la brasileña <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Piauí</span>, la argentina <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">La Mano</span>.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Una de las características fundamentales de estas revistas es su flexibilidad temática y formal. Si bien Julio Villanueva Chang, director fundador de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra</span>, menciona que la revista no es periodística ni literaria, lo cierto es que es ambas cosas a la vez; como dice Toño Angulo Daneri, uno de los periodistas de la primera etapa, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra</span> es "un bastión fundamentalista del periodismo narrativo". Andrés Hoyos, editor de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">El Malpensante</span> -revista que se mueve cómodamente en el periodismo literario y sus diferentes géneros-, llega a aseverar contundente: "Nos interesan los textos bien escritos sin que importe mucho de qué hablan". Martín Pérez, integrante del consejo de dirección de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">La Mano</span>, dice de esta revista de "cultura rock": "Aunque parezca que cultura y rock son dos palabras que no se llevan bien juntas..., en Argentina el rock siempre fue entendido como algo más que escuchar música: también tiene que ver con qué libros leer, qué películas ver y toda una forma de mirar el mundo". <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Letras Libres</span>, por su parte, es una revista más ensayística, más de reflexión.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Estas revistas abrevan en tradiciones locales -<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Expreso Imaginario</span>, para La Mano; la legendaria <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Vuelta</span> de Octavio Paz, en el caso de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Letras Libres</span>-, pero la tradición anglosajona es sin duda más influyente: <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Vanity Fair</span>, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Mojo</span>, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Rolling Stone</span>, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Esquire</span>, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">The New Yorker</span>, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Harper's</span>, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">The New York Review of Books</span>, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Prospect</span>. El ejemplo anglosajón aparece en todas partes: en la edición muy cuidada y la amplia extensión de los textos, en la extensa investigación que se hace para escribir las crónicas. El crítico Rafael Gumucio llega a sugerir que si para el boom los escritores norteamericanos importantes eran Faulkner y Hemingway, los que hoy cuentan no son escritores como Jonathan Franzen o David Foster Wallace, sino periodistas-ensayistas-cronistas como Janet Malcolm, Susan Orlean o Jon Lee Anderson. La renovación de la prosa latinoamericana tiene como punto de partida al nuevo periodismo norteamericano.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Mario Jursich, subdirector de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">El Malpensante</span>, señala que una de las claves de la revista es su espíritu cosmopolita y el rechazo al "espíritu provinciano, sobre todo al considerar el inmenso protagonismo que éste ha tenido en un país de magra cultura como es Colombia". La paradoja de este cosmopolitismo es que los compartimentos estancos en los que se mueve la cultura de América Latina hacen que, en general, estas revistas sólo puedan ser conseguidas en sus respectivos países de publicación (las suscripciones internacionales son prohibitivas de tan caras). <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Gatopardo</span> es la que más esfuerzos ha hecho por distribuirse en todo el continente: llega a quince países. En cuanto a la internacionalización, la gran mayoría o ha fracasado o ni se lo plantea; <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Letras Libres</span> es una de las excepciones en este panorama, pues tiene una edición que se publica en España, con artículos y reseñas que no aparecen en la edición mexicana. <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Letras Libres</span> también coloca toda la edición impresa en su sitio web, y tiene blogs, además de archivos muy completos, incluida toda la colección de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Vuelta</span>; lamentablemente, la mayoría de las revistas publica pocos artículos de la edición impresa y no ofrece mucho material propio; hay todavía miedo a que la competencia digital pueda devorar al papel.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo normal para estas revistas es tener un tiraje de entre 5.000 a 10.000 ejemplares. <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">La Mano</span> supera los 10.000; <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">El Malpensante</span> llega a casi 20.000, y <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Letras Libres</span> a 38.000 en sus dos ediciones; <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Gatopardo</span> es la más vendida: sus tres ediciones (mexicana, andina y pan-regional) llegan a 200.000 ejemplares. Debido al costo del papel, las revistas suelen ser caras y llegan sobre todo a los segmentos de la clase media, media-alta y alta. Esos costos hacen que sea de destacar cuando una revista cultural sobrevive un par de años en América Latina. Lo extraño, sin embargo, es que pese a que no todas estas revistas son comerciales, los anunciantes las apoyan. Daniel Titinger, nuevo director editorial de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Etiqueta Negra,</span> cree que lo que apoyan, en el fondo, es la continuidad.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En un continente tan inestable, el gran logro para muchos parece ser persistir, y durar. Los editores de estas revistas, por suerte, no parecen interesados en convertir la continuidad en un fin en sí mismo. Siguen arriesgando cada mes (o cada cuarenta y cinco días, en el caso de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">El Malpensante</span>), con lo que es casi seguro que en un tiempo no todas seguirán con nosotros. Habrá malas noticias y contratiempos en esta historia, pero lo fundamental es que las bases están construidas para que se pueda hablar ya de una nueva gran tradición latinoamericana. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">(suplemento </span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">Babelia</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">El País</span>, 29 de marzo 2008)</span></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-14524328989837070132008-03-25T01:34:00.000-07:002008-12-10T02:48:07.785-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjcK14CurzAYl3k6hL3YgTooZaCfriy8eHKiVcg183GEB-A9rxKSz4IkVZ4uzFWDSQA69NHvLvShVVulWRP0bTes8JXT_-lgFMUwQvVbpV-Nf5SGYztDZDtAFp4NJuzC7rAzY5/s1600-h/bola%C3%B1o441.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjcK14CurzAYl3k6hL3YgTooZaCfriy8eHKiVcg183GEB-A9rxKSz4IkVZ4uzFWDSQA69NHvLvShVVulWRP0bTes8JXT_-lgFMUwQvVbpV-Nf5SGYztDZDtAFp4NJuzC7rAzY5/s400/bola%C3%B1o441.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5181595152248346370" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">BOLAÑO SALVAJE</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">Hace exactamente tres años, en marzo del 2005, en un encuentro de literatura latinoamericana en Lleida (Lérida) conocí a Paco Robles y Olga Martínez, editores de <a href="http://www.candaya.com/">Candaya</a>, una casa editorial independiente que en poco tiempo se ha consolidado como una de las más interesantes en el panorama español. Ellos me contaron que tenían previsto iniciar una colección de libros dedicados a autores españoles y latinoamericanos contemporáneos. Me dijeron que el primer volumen, sobre <a href="http://www.candaya.com/vilamatasportatil.htm">Enrique Vila-Matas</a>, ya estaba en marcha, y que vendría acompañado por un documental en DVD con una entrevista y un acercamiento en imágenes al mundo del autor. Mientras caminábamos hacia al hotel, recordé que con Gustavo Faverón alguna vez habíamos planeado coeditar un volumen de ensayos sobre Roberto Bolaño y se me ocurrió ofrecerles el proyecto. Antes de llegar al hotel, la decisión había sido tomada, y el proyecto se ponía en marcha.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando volví a los Estados Unidos, me dí cuenta de lo abrumador del trabajo: los libros de Celina Manzoni (<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Roberto Bolaño: la literatura como tauromaquia</span>, 2002) y Patricia Espinosa (<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Territorios en fuga: estudios críticos sobre la obra de Roberto Bolaño</span>, 2003), habían abierto notables sendas de estudio, pero la muerte de Bolaño en 2003 y la publicación en 2004 de la monumental novela <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">2666</span> lo habían convertido rápidamente en un autor canónico, central no sólo para la literatura latinoamericana sino también más allá del continente americano. Con Gustavo, nos pusimos a pensar en los lineamientos principales del libro. Gustavo escribiría un ensayo sobre las relaciones de Bolaño con la literatura argentina, yo me haría cargo de la introducción. Pensamos que un buen título sería <a href="http://www.candaya.com/bolanosalvaje.htm">Bolaño salvaje</a>, pues no sólo hacía referencia a <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Los detectives salvajes</span>; también quería sugerir lo poco domesticado que había sido Bolaño en su paso fugaz por el mundillo literario, su vocación de francotirador.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Candaya estaba interesada en un volumen que fuera más allá del público académico; había que seleccionar los mejores textos en la cada vez más profusa bibliografía sobre Bolaño, de escritores y críticos de referencia en el universo del escritor chileno, y hacer una convocatoria pública en procura de recibir trabajos de académicos que en ese momento estaban analizando la obra de Bolaño. Mientras Gustavo y yo nos dedicábamos a ello a lo largo del 2006, Candaya comenzó a preparar el documental sobre Bolaño, consiguiendo para ello que fuera dirigida por Eric Haasnoot, un holandés radicado hace un buen tiempo en Barcelona. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nos sorprendió la cantidad de trabajos académicos que llegaron. Provenían de América Latina, de Estados Unidos, de Europa. Seleccionar los mejores, los más representativos, no fue fácil; había que pensar en un balance y tratar de cubrir toda la obra –por ejemplo, llegaron varios trabajos muy buenos sobre <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Estrella </span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">distante</span>, por lo que alguno de primer nivel tuvo que ser excluido--, y a la vez dar cuenta del “estado de la cuestión”: una radiografía de cómo se estaba leyendo a Bolaño hoy. Así, pudimos contar con, entre otros, Manzoni (una pionera en los estudios sobre Bolaño), Chris Andrews (uno de los traductores de Bolaño), el crítico y escritor peruano Peter Elmore, y críticos chilenos jóvenes como Valeria de los Ríos y Matías Ayala. A esos trabajos se añadían los textos de críticos y escritores conocidos: Vila-Matas, Fresán, Villoro, Boullosa, Pauls, Franz, Iwasaki, Volpi, Echevarría, Masoliver Rodenas.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Enviamos el manuscrito a mediados del 2007. Meses después, Candaya respondió con sus observaciones y comentarios. En el intercambio de opiniones, el libro fue encontrando su forma final: más de 500 páginas, veinticinco ensayos que dan muestra de lo complejo que es el mundo literario del escritor chileno, y de la fascinación que ejerce su persona. Apareció una entrevista inédita, ofrecida por Sonia Hernández y Marta Puig. El documental, “Bolaño cercano”, fue creciendo hasta llegar a los 40 minutos; Carolina López, la viuda de Bolaño, colaboró permitiendo el acceso de Eric a los archivos. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Como suele ocurrir con las antologías, habrá discusiones: por qué se incluyó este texto, por qué se excluyeron estos otros. Gustavo y yo asumimos el riesgo y confiamos en que <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Bolaño salvaje</span> sea un libro de referencia que ayude a dar una visión más cabal de Roberto Bolaño, y permita seguir disfrutando y analizando un universo narrativo y poético que todavía tiene muchas sorpresas por ofrecer. El documental, filmado en Blanes, Barcelona y la ciudad de México, servirá para una mejor contextualización de la obra. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Bolaño salvaje</span>, acompañado por el DVD, será publicado a principios de abril. Paco y Olga, mientras tanto, prosiguen con su trabajo fervoroso e incansable: Candaya publicará también en abril <a href="http://www.candaya.com/ellugardepiglia.htm">El lugar de Piglia</a> (editado por Jorge Carrión), y para octubre se anuncia un libro sobre Juan Marsé. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">(Publicado en Reportajes de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">La Tercera</span>, 23 de marzo 2008)</span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-8289703613658920782008-03-16T17:36:00.000-07:002008-12-10T02:48:07.938-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidiTzUQXADzqyB3s8Tt_0i6yvOGGFhrZUSUQnrBREiDCQwG_RJMjQeVgdhxwjn8mdKeAkkgTp3O4jS28-kDweVuOjhInCGaL4oWHD8DuVyjii01aiQINGJm7LD5Hipj1tGHKFh/s1600-h/bidi-composite.png"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidiTzUQXADzqyB3s8Tt_0i6yvOGGFhrZUSUQnrBREiDCQwG_RJMjQeVgdhxwjn8mdKeAkkgTp3O4jS28-kDweVuOjhInCGaL4oWHD8DuVyjii01aiQINGJm7LD5Hipj1tGHKFh/s400/bidi-composite.png" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5178503670407034994" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">EL BLOG Y LA LITERATURA DEL SIGLO XXI</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">La literatura es parte de una ecología de medios que compiten entre sí. Esa competencia puede producir diálogos tensos o estimulantes, apropiaciones constantes de los efectos producidos por otros medios. La llegada del cine, la televisión y el ordenador no significó, como algunos críticos apocalípticos llegaron a sugerir, el fin de las novelas, de los poemas. Los escritores se han ido adaptando a la convivencia con estos medios: los novelistas incorporaron a su escritura procedimientos narrativos derivados del cine; los poetas experimentaron con la tipografía de la máquina de escribir; hoy, gracias al Internet y las facilidades tecnológicas del ordenador, ha aparecido el blog como un nuevo género literario; una nueva generación de autores lo utiliza como parte fundamental de su proyecto narrativo, a la vez que busca incorporar en su escritura procedimientos aprendidos en la diaria convivencia con los medios y las tecnologías emergentes.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando aparece un nuevo medio, al principio se tiende a remedar a otro medio ya existente: así, por ejemplo, el cine mudo de comienzos del siglo XX tenía muchas deudas con el teatro; hubo que esperar hasta fines de la década del veinte para que el cine encontrara su propio lenguaje y se distanciara del teatro. Debido a que el medio es aún muy joven, el tipo de blog que predomina es el de posts que en realidad son columnas de opinión o críticas que no desentonarían en las páginas impresas de un periódico o revista. También están los que tienen algo del diario, del cuaderno de apuntes, del microrelato o el epigrama. El formato blog es nuevo, pero el lenguaje todavía pertenece a otro medio y a otro género. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El blog que utiliza las múltiples posibilidades interactivas del Internet es el que se anuncia como un nuevo género literario. La literatura de los siglos XIX y XX ha tratado de salir de la dictadura del texto e incorporar otros medios; era común ver en las novelas clásicas del siglo XIX y XX gráficos que acompañaban al texto (es famosa la negativa de Kafka a que se ilustrara “La metamorfosis”, bajo el argumento de que el poder sugerente del texto era suficiente para el lector); más recientemente, W. G. Sebald puso de moda la incorporación de imágenes fotográficas como parte fundamental del texto y no como una simple ilustración. Esos ejemplos son tímidos si se los compara con todas las posibilidades que despliega el blog para hacer que el texto incorpore imágenes, videos, comentarios de lectores. Como dice el crítico mexicano Heriberto Yepez, el blog es también “una obra de arte visual, que el autor puede rediseñar o perfeccionar con un conocimiento mínimo de HTML o simple <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">copy-paste</span>… Lo que sigue de aquí es el multimedia”.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El blog debe abrirse al diálogo con las múltiples posibilidades interactivas de la red, hacer navegar al lector: un post debe contener muchos enlaces que nos lleven de aquí para allá (artículos, noticias, foros, blogs, videos). El blog también permite que los lectores comenten los posts. Algunos blogueros lo impiden, lo cual va contra la naturaleza misma del blog: la posibilidad de interactuar de forma inmediata y sin filtros con los lectores, de hacer que los comentarios conviertan al post en un foro de discusión. Algunos señalan el peligro de que el blog se convierta en una suerte de dictadura de la opinión pública, que sean los lectores y no el autor los que determinen la versión final del texto. Eso, sin embargo, no es algo nuevo. El diálogo de un autor con los lectores ha ocurrido siempre; el blog intensifica este diálogo, y hace más factible que la opinión de un lector llegue al autor. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El blog es un punto de partida para uno de los caminos de la literatura del siglo XXI. Por un lado, permite la aparición y autopublicación de escritores que no siguen los tradicionales mecanismos de publicación del mundo editorial (de manera irónica, algunos blogs, como “premio” por su calidad, terminan siendo publicados como libros impresos, aunque lo cierto es que el verdadero lugar del blog es la red). Por otro, gracias al ordenador y a la red, futuros cuentos, novelas y poemas se escribirán incorporando tanto otros medios como la opinión del lector. Los nuevos lectores digitales (el Sony Reader, el Kindle) harán esto más fácil y transformarán no sólo nuestra forma de leer; también transformarán la idea que hoy tenemos de la literatura. En algunos años, no será extraño estar leyendo una novela en un lector digital y encontrarnos con un enlace a un video en YouTube o a un dato en Wikipedia. Tampoco será raro que los lectores puedan mandar, en tiempo real, sus comentarios al autor de un relato o un poema, y que, debido a ello, el escritor decida cambiar la trama de un relato o la rima de un soneto. El autor no morirá, pero la literatura se hará más interactiva. No hay razones para alarmarse: la creación literaria ha demostrado una extraordinaria inventiva para adaptarse a los desafíos de otros medios.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">(Publicado en el suplemento </span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">Babelia</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"> de </span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">El País</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">, sábado 15 de marzo 2008)</span></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com23tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-3582209625015470532008-03-14T02:34:00.001-07:002008-03-14T12:38:07.761-07:00<span style="font-weight:bold;">THE GIFT</span><br /><br /><div xmlns="http://www.w3.org/1999/xhtml"><p><object height="350" width="425"><param value="http://youtube.com/v/rjn0YDbInuA" name="movie"><embed height="350" width="425" type="application/x-shockwave-flash" src="http://youtube.com/v/rjn0YDbInuA"></embed></object></p></div><div style="text-align: justify;">Formado en 1994, este grupo portugués de pop y electrónica tardó diez años en hacerse conocer fuera de su país, y hasta el 2007 para encontrar, con su cuarto compact, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Fácil de entender</span>, un éxito verdadero. Este año tocaron en el Teatro de Bellas Artes de Madrid, lo cual indica que no estamos ante un grupo pop más. Su mezcla sofisticada de instrumentos tradicionales de la música electrónica, con otros como el acordeón y el arpa, y sus registros, que provienen tanto del jazz como del rock, hacen pensar que The Gift está tratando de ser para el pop electrónico lo que Arcade Fire es para el rock. La cantante del cuarteto, Sonia Tavares, canta en inglés, lo que confunde más las cosas. Gracias a este grupo, los que pensaban que el Portugal sólo produce la música tristona del fado tendrán que actualizar sus lugares comunes.<br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-81733334997800638822008-03-11T19:09:00.000-07:002008-12-10T02:48:08.144-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiTiyfnUnvfeTMaASBo6ykUyV1eaOeXmQAZIu3K3VA_aeXLiGyeil-LbbzmBVnvoBUjO7J5o_Zo2Bt-S_niBr9F9uDMwSFFd2v5FRIf1_x_hyphenhyphenhrYNH2UmL4yS4XwIq8rabznBk/s1600-h/NocillaExperience.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiTiyfnUnvfeTMaASBo6ykUyV1eaOeXmQAZIu3K3VA_aeXLiGyeil-LbbzmBVnvoBUjO7J5o_Zo2Bt-S_niBr9F9uDMwSFFd2v5FRIf1_x_hyphenhyphenhrYNH2UmL4yS4XwIq8rabznBk/s400/NocillaExperience.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5176672171797968994" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">LIBROS DECAPITADOS<br /></span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En uno de los mejores fragmentos de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Nocilla Experience</span>, la novela que Agustín Fernández Mallo acaba de publicar, el señor A se halla en un estudio montando una película cuando ocurre un accidente: la parte superior de los fotogramas que está viendo, como un tercio, se halla cortada. La experiencia le enseña algo al señor A: “Aquello ya no era cine sino literatura en estado puro. Entendió entonces que el libro, la lectura del futuro, no era el hipertexto en Internet ni otras derivaciones tecnológicas, sino eso, ver <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">películas decapitadas</span>”. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Pienso en mis libros decapitados en la mesa de noche. La pila no deja de crecer: <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Nocilla Experience</span> (estoy en la página 168), <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Las aventuras de Barbaverde</span> (he leído las dos primeras aventuras de Aldo Sabor), <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Una tumba para Boris Davidovich</span> (cuentos por aquí y por allá),<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"> Mundo maravilloso</span> (lectura detenida en la página 110), <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">La sinagoga de los iconoclastas</span> (voy por la mitad, pero no me termina de entusiasmar), <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">País que fue será</span> (el libro de Gelmán es el más breve de todos, pero igual…), <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Baroni: Un viaje</span>, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">El general y sus presidentes</span> (un libro de historia sobre el alemán que condujo al ejército boliviano durante buena parte de la primera mitad del siglo veinte), <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Edén</span> (no he leído nada de Rossi todavía), <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Gomorra</span> (leo<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"> non fiction</span> menos de lo que debería)…<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los libros no paran de llegar. Están los que uno quiere leer de verdad, los que lee para rellenar huecos, los que recomiendan los amigos, los que envían las editoriales, los que ocupan las portadas de los suplementos culturales, los que se compran porque parecieron interesantes en la librería… Y mejor no sigo con los libros que ahora tengo en PDF en mi MacBook Pro.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me quejo, pero se trata de una compulsión: mañana la pila seguirá creciendo y no haré mucho para que disminuya (por cada libro que termine, entrarán otros tres a la pila). Ahí me espera, en el escritorio, el libro que compré hoy en la librería Machado:<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"> Balas de plata</span>. Me han dicho que la novela de Elmer Mendoza está muy buena. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-5861483458784156052008-03-09T11:54:00.000-07:002008-12-10T02:48:08.902-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZS1pEhkurCKDfbVeNiS2AnaJ8nkKqrMoaHXygQHjKmMP54udboegSxZDTcUDjochbLEUIgY5pumSPbmqVhyphenhyphencd2ZvdS9VIhQp-ewVWpYiybwb7BBwCcZ8MHWbsefs705L5s5Ta/s1600-h/images-1.jpeg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZS1pEhkurCKDfbVeNiS2AnaJ8nkKqrMoaHXygQHjKmMP54udboegSxZDTcUDjochbLEUIgY5pumSPbmqVhyphenhyphencd2ZvdS9VIhQp-ewVWpYiybwb7BBwCcZ8MHWbsefs705L5s5Ta/s400/images-1.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5175818057421617138" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">ELECCIONES EN ESPAÑA</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">7:56 pm: Jornada tranquila de elecciones. Para un latinoamericano, sorprende que no haya ley seca, que la jornada de fútbol se desarrolle como si fuera un domingo más. Salvo por el alevoso atentado terrorista de ETA dos días atrás, la campaña electoral ha sido bien tibia, sin que ninguno de los candidatos haya sido capaz de inspirar al electorado. Sorprende la incapacidad del PP a la hora de leer los cambios ocurridos en la sociedad española durante la última década; en cuanto a Zapatero, le basta con no equivocarse para ganar: Rajoy se la ha hecho muy fácil.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">8:02: Primeros sondeos a boca de urna: el PSOE roza la mayoría absoluta, fracaso estrepitoso del PP: 44.5% contra el 37.5%. Los partidos nacionalistas pierden escaños. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">8:07: el mejor artículo sobre la España actual está en <a href="http://www.newsweek.com/id/117805">Newsweek</a>. El título lo dice todo: "El fin del imperio español". Habla del fracaso de Zapatero para convertirse en un líder internacional, cuando España se encontraba en su mejor momento económico; habla del enfriamiento de la economía y de los otros problemas que aguardan a la sociedad española. Un buen texto para atemperar los ánimos, en momentos de euforia socialista: el desafío es enorme, ojalá que el nuevo gobierno de Zapatero esté a la altura. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqueB-35AGzqj9nrhcwEU8wJKluhxFNQ0uSJIn6-5cY0X-omN8iYfP6O4_4R07GkGiu_IMIsWZZjMs-LOIkQbAzbYqB8or4Ps86EgctOL84inS8i6wDSOx4e316REnp9QJxam_/s1600-h/bardin_fr.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhqueB-35AGzqj9nrhcwEU8wJKluhxFNQ0uSJIn6-5cY0X-omN8iYfP6O4_4R07GkGiu_IMIsWZZjMs-LOIkQbAzbYqB8or4Ps86EgctOL84inS8i6wDSOx4e316REnp9QJxam_/s400/bardin_fr.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5175839682581952562" /></a>8:54: Mientras espero novedades electorales, me pongo a leer <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Bardín el superrrealista</span>, un cómic que compré en mi visita al recién inaugurado museo de CaixaForum en Madrid. Max es un dibujante lleno de recursos estilísticos; su Bardín tiene deudas con Chris Ware, y recupera a Buñuel y Dali para proponer una lectura surrealista --o más bien superrealista-- de la realidad. Lo mejor: los diálogos de Bardín con Cirlot en un bar, con coñac barato de por medio. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Nada más adecuado que leer a Max durante la jornada electoral.</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">9:24: Con el 20% de los votos escrutados, el PSOE tiene el 46.3% y el PP el 36.9%. Se acentúa el bipartidismo: cae Izquierda Unida, y lo de Esquerra Republicana es una debacle: de 8 diputados el 2004, a apenas 3 en estas elecciones (por ahora). </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">9:57: Más de la mitad de los votos escrutados: Zapatero con el 45.1%, Rajoy con el 39%. Para seguir las elecciones en tiempo real, sugiero visitar el blog de Letras Libres, <a href="http://www.letraslibres.com/blog/blogs/index.php?blog=12">Empate perfecto</a>.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">10:02: Ahora que se confirma la derrota, crecen las especulaciones acerca de la necesidad de que el PP cambie de curso. ¿Quién será el sustituto del gris Rajoy? Se estima que Esperanza Aguirre, con lo cual no habría ningún viraje al centro. Gallardón era la gran baza para una modernización de la derecha española; su derrota en las batallas internas no le augura un buen futuro al PP.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">10:09: Con dos tercios de los votos escrutados, se acorta la diferencia a cinco puntos: 44.7 % contra 39.4%. El PSOE tiene una legislatura más tranquila: para tener mayoría absoluta en el congreso, sólo necesita el apoyo de CiU. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Gran sorpresa: los socialistas triunfan en el País Vasco. Retroceden los nacionalistas de PNV. El asesinato del ex-concejal socialista a manos de ETA, ¿habrá sido la causa? ¿O es que hay otros factores menos coyunturales? De hecho, otro partido nacionalista en Cataluña (Esquerra) es el gran derrotado de estas elecciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdsuKCKeqCqB6tfvmJ_6BxjYAspoA1wpxepm7e9vTosYkND7HHPGldDVZEfmj_ObOaQTslGrqfzxzQv1H0ImOi3DCTXTLBr0JrpKocYHXQweRDE014w1FdnmuU5suCwttu0lZN/s1600-h/pro_photo1205093673.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdsuKCKeqCqB6tfvmJ_6BxjYAspoA1wpxepm7e9vTosYkND7HHPGldDVZEfmj_ObOaQTslGrqfzxzQv1H0ImOi3DCTXTLBr0JrpKocYHXQweRDE014w1FdnmuU5suCwttu0lZN/s400/pro_photo1205093673.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5175854268290889794" /></a>10:14: En otro frente, el Villarreal derrota 1-0 al Barcelona en el Camp Nou. Falta media hora de juego y el Real Madrid se pondría a ocho puntos. ¿Hay liga? Parece que no.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Comics, elecciones y fútbol: vaya domingo. Yo, el de entonces, soy el mismo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">10:22: Con el 75% escrutado, el PSOE saca 168 diputados y el PP 154. Como la mayoría absoluta en el congreso es de 176 diputados (el total es de 350), el PSOE sólo necesitaría aliarse con CiU para gobernar (CiU saca 10 diputados).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esquerra tenía 8 diputados; ahora sólo tiene 3. IU tenía 5; ahora, 3.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">10:36: 82% escrutado: el PSOE sigue llevando 14 diputados de ventaja al PP. Y el Barcelona acaba de empatar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">10:49: 86% escrutado: el PSOE lleva 12 diputados de ventaja al PP. El PP acaba de reconocer la victoria del PSOE. Llamazares reconoce el fracaso de IU y anuncia que dejará de ser el líder de la formación. Zapatero se acerca al balcón a saludar a los simpatizantes del PSOE. Como dicen por aquí, está todo el pescado vendido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A pocos minutos del final, el Villarreal le gana 2-1 al Barcelona...</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">11:03: No hay elecciones, tampoco hay liga. Buenas noches, y buena suerte (nos salvamos de la niña de Rajoy, pero no de las sofisticadas citas citables de Zapatero...)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiKQpDwQum7Rz-HWqrS0sji3JpKhsVuyu9DDVywnbYqBkAej3sC0vFaEemlcGQIfJQmD-Nbq7blXY29K6Gmb6svmVOZnQ3YlQNxsNbjz_gWZyCYaDzb2yNvL-1ziSNKeDNePmh/s1600-h/1205087656_extras_portada_3.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiKQpDwQum7Rz-HWqrS0sji3JpKhsVuyu9DDVywnbYqBkAej3sC0vFaEemlcGQIfJQmD-Nbq7blXY29K6Gmb6svmVOZnQ3YlQNxsNbjz_gWZyCYaDzb2yNvL-1ziSNKeDNePmh/s400/1205087656_extras_portada_3.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5175866938444413010" /></a>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-45841996427170714232008-03-04T14:12:00.000-08:002008-12-10T02:48:09.105-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhssusATVO4ynQOJBZvlv-6seUQTfs4nuxdQhhNxS7-gLa81TRxOI-dNjc57nb1iHUmoAVwVxErAnS0TyChnDYWil9IGzdMu3w0S6KyqboSO3EMWWgTfvmKTxHoMEnMIjRLOPPI/s1600-h/unmillondesoles_med.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhssusATVO4ynQOJBZvlv-6seUQTfs4nuxdQhhNxS7-gLa81TRxOI-dNjc57nb1iHUmoAVwVxErAnS0TyChnDYWil9IGzdMu3w0S6KyqboSO3EMWWgTfvmKTxHoMEnMIjRLOPPI/s400/unmillondesoles_med.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5174013555064112370" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">RETRATO DE GRUPO CON DICTADOR AL FONDO</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">La novela latinoamericana del dictador sigue viva en las nuevas generaciones. Lo demuestra con contundencia Jorge Eduardo Benavides en su reciente<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"> Un millón de soles</span> (Alfaguara), que recrea con enorme ambición narrativa los siete años de la dictadura populista de Velasco Alvarado en el Perú (1968-1975).<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El principal aporte de Benavides a este subgénero es mostrar que, detrás de la visión de un hombre mesiánico en el que confluyen todos los hilos, hay un entorno muy dispuesto a manejar buena parte de la tajada. El dictador Velasco aparece aquí como un ser caprichoso y paranoico pero en el fondo bien intencionado, creyente hasta el final en su proyecto revolucionario, capaz de llorar ante la forma en que la “patria malagradecida” le devuelve su sacrificio. Como personaje, no llega a dominar la novela; Benavides está más interesado en el entorno de militares y civiles que conspiran, van ganando posiciones, sueñan con la caída de Velasco. Entre esos militares se encuentra un joven mayor Montesinos, el más maquiavélico de todos, dispuesto incluso a sacrificar una relación sentimental (“hay cosas que se deben hacer aunque nos duelan”) con tal de consolidar el poder del Estado ante las primeras manifestaciones contra el régimen. Montesinos emerge como una gran creación; la novela gana interés cada vez que él aparece en escena.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Novela “del poder”, más que del dictador, entonces. Una “microfísica del poder” foucaultiana nos diría que siempre ha sido así, que el poder nunca está concentrado en una persona, es difuso y se extiende en ramificaciones infinitas. Así, en la novela latinoamericana, los grandes caudillos carismáticos y temibles al estilo del Francia de Roa Bastos en <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Yo, El Supremo</span> (1974), han dado paso a títeres incapaces de imponerse a los miembros más destacados de su corte. Quizás en verdad nunca detentaron el poder del todo, y hemos leído mal estas novelas: en<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"> El otoño del Patriarca</span> (1975), ya García Márquez nos mostraba a un dictador que, a medida que avanzaba la novela, iba siendo suplantado en su poder por sus colaboradores más cercanos (hay que leer esta novela <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">contra natura</span>, como un texto realista mágico que es, para sorpresa de muchos, un precursor de la reflexión actual sobre el triunfo del simulacro en la sociedad contemporánea). El siniestro Trujillo de Vargas Llosa en <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">La fiesta del Chivo</span> (2000) es, quizás, una excepción a la regla, aunque incluso allí las mejores partes de la novela tienen que ver con la forma en que Balaguer va manipulando los hechos hasta convertirse en el sucesor indiscutible.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En los últimos años, diferentes proyectos narrativos han ido ampliando el registro de lo que se entiende por “novela” en América Latina (Aira y Bellatín, Zambra). El tronco principal –el realista, el de la preocupación por cuestiones sociales y políticas--, sin embargo, se mantiene muy vivo. Desde su primera novela, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Los años inútiles</span> (2002), Benavides se ha instalado como uno de los escritores de la nueva generación más afincado a estas tradiciones centrales. No es difícil ver la sombra de Vargas Llosa en ciertas ideas básicas de su proyecto narrativo –la manera en que toda una sociedad va corrompiéndose ante los abusos del poder, por ejemplo--, y también en la estructura arquitéctonica de sus novelas, en la forma hábil en la que incorpora el habla de los personajes dentro de sus párrafos (“Sánchez Idíaquez esbozó una sonrisa inmensa, que le achinó el rostro, qué guapa estaba hoy Leticita, dijo, y ella frunció la nariz como ante un mal olor, cogió el abrigo del decano, que no usara ese diminutivo horrible con su nombre, por favor…”). También se puede reconocer la influencia no tan obvia del José Donoso más realista en el ritmo de las frases, en la minuciosa profusión de detalles que van dándole textura y densidad a sus novelas.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Un millón de soles</span> tarda en armarse. Velasco aparece, enérgico, ambicioso; los militares y civiles de la corte –Tamariz, Carranza, Ravines, Montesinos— son retratados con sus ambiciones y mezquindades; desfilan las mujeres, pero en esta sociedad patriarcal sólo parecen servir para que los hombres se confiesen en la intimidad de la alcoba, o para el sexo. Hay tramas que se van desplegando a granel, conciliábulos continuos mientras se juega póker y se bebe whisky y gin con Bingo Club (estas conversaciones funcionan como una suerte de coro griego, comentan sobre la acción y a la vez hacen avanzar la novela). A partir de la segunda parte, Benavides va atando los cabos, el mundo de la novela se hace inteligible y dinámico. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La apuesta de Benavides es arriesgada: en vez de concentrarse en algún momento importante del gobierno de Velasco --un catalizador que nos explique lo que significó ese régimen--, el escritor peruano ha optado por una visión más bien panorámica, abarcadora, en la que una serie de sucesos va jalonando el septenio del Gobierno Revolucionario: la nacionalización de las compañías petroleras norteamericanas, la deportación de opositores, la llegada de asesores yugoslavos para transformar el modelo industrial, la estatización de la prensa, la huelga de los policías. Benavides va ganando puntos, como sugería Cortázar que ganan las novelas, pero en realidad se trata de una trampa: las últimas y trepidantes cincuenta páginas muestran que lo que Benavides quería era ganar por <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">knock-out</span>. Lo consigue. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">(publicado en la edición española de </span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">Letras Libres</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">, marzo 2008)</span></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-50527024139809919572008-03-02T09:10:00.000-08:002008-12-10T02:48:09.300-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPB54h12ISJM2eTrGeJr4I0CawUDmUOYDGdDEE22aJCo8CnWJX9AZSSkOE2ipxCDhWWIdnPGt3EY7ELv-_OYZWcGBVJyFhj8JHEG1R-Ip2ci7B6Jz5mo72p-cpiZp_4WVyILIb/s1600-h/images.jpeg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPB54h12ISJM2eTrGeJr4I0CawUDmUOYDGdDEE22aJCo8CnWJX9AZSSkOE2ipxCDhWWIdnPGt3EY7ELv-_OYZWcGBVJyFhj8JHEG1R-Ip2ci7B6Jz5mo72p-cpiZp_4WVyILIb/s400/images.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5173193411061862690" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">HUGO CHÁVEZ Y EL INGLÉS</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">CANTV, la companía telefónica más importante de Venezuela, inició esta semana una campaña para defender el uso del español entre sus empleados. La compañía, comprada no hace mucho por el gobierno de Hugo Chávez, llama a esta campaña: “Dilo en castellano, dilo con orgullo”. En el comunicado del gobierno venezolano, se sugieren algunas palabras en español para evitar el uso tan frecuente de ciertas vocables en inglés: equipo, y no <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">staff</span>; patrocinador, y no <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">sponsor</span>; reunión, y no <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">meeting</span>; ratón, y no <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">mouse</span>; servidor, y no <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">host</span>; televentas, y no <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">telemarketing</span>.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Chávez ha hecho muchas cosas dignas de nuestros dictadores más pintorescos (el cambio de media hora, por ejemplo). En ese contexto, la política lingüística que quiere implantar es una medida coherente, a tono con su lucha contra el “imperialismo cultural” de los Estados Unidos (lo incoherente del populismo de Chávez es más bien la política económica hacia el gran imperio: Estados Unidos es el principal comprador de petróleo venezolano). De hecho, hace un buen tiempo –antes de la llegada del “pro-americano” Sarkozy--, los franceses intentaron, como parte de su política cultural, desterrar de habla cotidiana en Francia conceptos como <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">weekend</span>, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">OK</span>, y <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">boss</span>.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Lo que Chávez parece no saber es que, simplemente, no se puede legislar el lenguaje de la gente. Las jerarquías –la Academia de la Lengua española, los diccionarios, los gobiernos-- pueden proponer todo lo que quieran, pero, a la corta y a la larga, es la calle la que dispone. Y la calle, en América Latina, recibe todos los días un bombardeo inmisericorde de palabras en inglés, y se apropia de las que necesita, de las que le suenan bien. Un escritor argentino radicado en España me dijo una vez, purista él, que su política con el lenguaje era muy fácil: si la palabra que iba a usar tenía un equivalente castellano, pues usaba la palabra en castellano. Por ello, usaba vaqueros en vez de jeans. Pero yo le dije que, para un latinoamericano, por más castellana que sonara la palabra, vaqueros era muy artificial, mientras que jeans era natural.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Si el tronco principal de un idioma es fuerte (y el del español lo es), las palabras de otros idiomas que se incorporan a éste lo reforzarán, lo enriquecerán. La fortaleza del inglés proviene en buena medida de la facilidad con que adaptó palabras de otros idiomas (debido, sobre todo, a que en Estados Unidos no hay una Academia de la Lengua que actúe como salvaguardia y se dedique a vigilar el ingreso de otras palabras al inglés, y tampoco hay un diccionario “oficial”). Hay que recordar que ya ha habido otros momentos en que los puristas de la lengua española se han jalado los pelos ante la invasión lingüística. Hacia fines del siglo XIX, la primacía cultural de Francia dotó al español de una gran cantidad de galicismos. El español no sólo sobrevivió a los galicismos, sino que los escritores modernistas, abanderados por Darío, fundaron la modernidad de la literatura latinoamericana gracias en buena parte a su admiración por las palabras y los ritmos internos de la lengua francesa.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Así que, suerte a Chávez con su propuesta. Mientras tanto, lo escribo en castellano y con orgullo: publicaré este texto en el periódico, pero también lo enviaré a mis amigos por email, lo colgaré en mi blog, y daré permiso a todos para que lo linkeen. Porque email y blog y linkear ya pertenecen al español, ¿o no?<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-85034745384300139942008-02-26T15:58:00.001-08:002008-12-10T02:48:09.480-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxi2Z0R_7h-s6NrI4EPWbh-LGV8UheksrNtBjX4fK5jbWoBOfzHSSlT6ukuUMPqVDUFVoUTYdA2MG73qVMEuhamXGXDCOuIYPZ0yfgcIp6yw6-frALaa2fxvpdAouRiE8FOx51/s1600-h/muestraPortada.php.gif"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxi2Z0R_7h-s6NrI4EPWbh-LGV8UheksrNtBjX4fK5jbWoBOfzHSSlT6ukuUMPqVDUFVoUTYdA2MG73qVMEuhamXGXDCOuIYPZ0yfgcIp6yw6-frALaa2fxvpdAouRiE8FOx51/s400/muestraPortada.php.gif" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5171443255997515346" /></a><br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">PERIFÉRICA</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">De entre las varias editoriales independientes de primer nivel que han aparecido en España, Periférica es una de mis preferidas. La razón es sencilla: nunca me ha fallado. He leído tres libros de autores latinoamericanos en su catálogo: <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Los Rolling Stones en </span><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Perú</span>, de los peruanos Sergio Galarza y Cucho Peñaloza; <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Help a él</span>, del argentino Fogwill; <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Trabajos del Reino</span>, del mexicano Yuri Herrera. Galarza y Peñaloza han escrito una gran crónica de no ficción acerca de un encuentro que no llega a ocurrir con los Rolling (es, también, un testimonio de los extremos delirantes a los que puede llegar un fan); Fogwill ha reimaginado de manera impecable (e implacable) a la Beatriz Viterbo de Borges a partir de la alucinación de las drogas (la otra novela corta que completa el volumen, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Sobre el arte de la novela</span>, es aun mejor); Herrera ha escrito la primera novela que todos quisieran escribir: una aventura entre narcos y corridos, narrada con una prosa que siempre se las ingenia para encontrar imágenes memorables, giros lingüísticos dignos del aplauso.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todos estos libros son breves. Se nota, ahí, el sello de su editor, el escritor extremeño Julián Rodríguez, alguien que, por estilo y temperamento, se halla muy cerca del minimalismo evocativo del chileno Alejandro Zambra.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En su declaración de principios, Periférica, fundada en abril del 2006, dice que se ocupará, entre otras cosas, de “las propuestas más audaces y sugerentes de la última narrativa internacional, con especial atención a la mejor literatura latinoamericana actual”. Galarza, Fowgill y Herrera muestran que Periférica anda muy bien encaminada. Una futura incorporación al catálogo: el boliviano Maximiliano Barrientos (Santa Cruz, 1979), uno de esos notables escritores de la nueva generación que, para fortuna de los lectores más allá de las fronteras bolivianas, ha sido descubierto por Periférica.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-46002916804235454402008-02-22T02:00:00.000-08:002008-12-10T02:48:09.699-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuvBC4prY_PVeXBQThYS-fTzVeL6KEC4eTRe1fGj2LWr5rC9J6H4do4slt6r60Qy-ec9yCDnu-ql5-8ynavLxk134jwXtP9PjuVkbGReWFGNPfVqBiCBITLEXO4jgN4zrxr9P8/s1600-h/cover_med.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuvBC4prY_PVeXBQThYS-fTzVeL6KEC4eTRe1fGj2LWr5rC9J6H4do4slt6r60Qy-ec9yCDnu-ql5-8ynavLxk134jwXtP9PjuVkbGReWFGNPfVqBiCBITLEXO4jgN4zrxr9P8/s400/cover_med.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5169742715236271682" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">UNA NACIÓN DE <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">HIKIKOMORIS</span></span><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La primera vez que escuché el término <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">hikikomori</span> fue en Wisconsin, en una conferencia del novelista colombiano Mario Mendoza. Hacía referencia a un millón de jóvenes japoneses que habían decidido rechazar su sociedad y encerrarse a vivir en sus cuartos, muchas veces incluso cubriendo las ventanas con cortinas negras. ¿Un millón? Pensé que se trataba de una exageración. Luego leí en el blog de Alberto Fuguet una mención a <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">Shutting Out the Sun: How Japan Created Its Own Lost Generation</span> (Vintage, 2006), un libro del periodista Michael Zielenziger que intentaba explicar el fenómeno de los <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">hikikomori</span>. Intrigado, leí el libro. El fascinante trabajo de Zielenziger me ha servido para entender mejor a ese complejo país lllamado Japón, especular acerca de una de las paradojas de la sociedad contemporánea (a mayor comunicación, mayor aislamiento), y preguntarme acerca de la posibilidad de que otras sociedades desarrolladas se pierdan en el camino del progreso y la prosperidad, por falta de estrategias de cohesión social.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para Zielenziger, la patología del <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">hikikomori</span> es misteriosa, pues no se trata de un desorden mental ni tiene equivalentes en otras culturas. Se trata más bien de un desorden social: los <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">hikikomori</span> son generalmente hombres muy inteligentes que han decidido por cuenta propia abandonar la sociedad japonesa; no padecen depresión ni su deseo de rechazar a la gente tiene algo que ver con la agorafobia; prefieren quedarse en sus casas y dedicarse a leer, jugar videojuegos, navegar en la red, beber vodka y <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">sochu</span> (vodka japonés). No trabajan ni van al colegio o la universidad.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Zielenziger entiende a los <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">hikikomori</span> como producto de la conformidad, insularismo y homogeneidad del Japón. En un país en el que no ha habido las revoluciones políticas, sexuales y de género de Occidente, en el que la mezcla racial está prácticamente prohibida debido a draconianas leyes de inmigración, en el que se ha dependido mucho del modelo norteamericano durante los años de la postguerra, ser diferente se paga con el rechazo. Los adolescentes japoneses que muestran formas de conducta y una sensibilidad diferente en la escuela, son, en general, abusados verbal y físicamente por sus compañeros (con el añadido de que, cuando eso ocurre, los padres terminan justificando los abusos a los que están siendo sometidos sus hijos). Ante esos abusos, muchos de esos jóvenes comienzan a tener miedo a ir al colegio, y, poco a poco, van dejándolo. Se quedan en sus casas, y utilizan a sus padres como único contacto con el mundo. En los casos más extremos, dejan de hablar con sus padres y se comunican con ellos a través de mensajes escritos en papeles (los padres, avergonzados ante la situación, no acuden a nadie en busca de ayuda, y financian la vida parasitaria de sus hijos).<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">“Los <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">hikikomori</span> son muchachos que valoran lo intangible”, dice la madre de uno de ellos. Y no hay mucho espacio para lo intangible en una sociedad tan materialista como el Japón, en la que no tampoco existe el concepto Occidental de “autoestima”. Cuando la economía comenzó a fallar después de la década próspera de los ochenta, la disfunción social y la rigidez del sistema japonés se mostraron incapaces de adaptarse a los desafíos de la globalización. En el capítulo más controversial del libro, Zielenziger, que también analiza otros temas para entender la dislocación social del país asiático –por ejemplo, la numerosa cantidad de mujeres profesionales que no quieren casarse--, utiliza el concepto del <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">hikikomori</span> como una metáfora para entender al Japón de hoy: ante el “aumento de la incertidumbre y el riesgo en el mundo”, el Japón, en vez de hacer como, digamos, Corea del Sur --adaptarse a los cambios y buscar un desarrollo independiente--, prefiere, como los <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">hikikomori</span>, “correr a refugiarse en el útero protector de su cuarto” (265).<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Zielenziger exagera: no todos los seres diferentes en el Japón se convierten en <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">hikikomoris</span>; algunos se vuelven creadores de videojuegos, dibujantes de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">mangas</span>, guionistas de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">animé</span>. Esa creatividad artística es muy influyente en el mundo. Además, pese a que ya no domina como en los años ochenta, el Japón sigue siendo una superpotencia económica y cultural. Con todo, que haya un millón de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">hikikomoris</span> no dice nada bueno del sistema japonés. Quizás la lección que otros países puedan sacar del caso japonés es que el desarrollo de un país no debe ser exclusivamente económico ni cultural; debe haber, también, una modernización de los prejuicios y las tradiciones, una flexibilidad mental que permita hacer frente a los nuevos desafíos del presente sin que ningún grupo social se sienta excluido del sistema.<br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-14768890240971296012008-02-19T11:48:00.000-08:002008-12-10T02:48:09.882-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibnZs-T5EvjeNbUxB_F83EyT9gatQ1hm9OhoeOtXOQbtNvJPVnOBgIPJNdmvbijYRP-qmwgnDHk4Y7n6Q424qtkrikmcsRQ9XwLqO0xdoH6A6-Ma7ZX3iHXZmybFfvWj9n-zyK/s1600-h/images.jpeg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibnZs-T5EvjeNbUxB_F83EyT9gatQ1hm9OhoeOtXOQbtNvJPVnOBgIPJNdmvbijYRP-qmwgnDHk4Y7n6Q424qtkrikmcsRQ9XwLqO0xdoH6A6-Ma7ZX3iHXZmybFfvWj9n-zyK/s400/images.jpeg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5168780853015365170" /></a><br /><span style="font-weight:bold;">CUENTO CON DICTADOR Y TARJETA</span>S<br /><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">(un relato breve)</span><div><br /><div><div><div><div style="text-align: justify;">En ese entonces el dictador Joaquín Iturbide era dueño de una fábrica de tarjetas y poseía el monopolio de la venta de tarjetas en el país y un día se le ocurrió declarar el 26 de junio día de la Amistad y las tarjetas creadas para ese día tuvieron un éxito inesperado en la población y lograron ganancias espectaculares para la empresa; ello llevó al dictador a declarar el 14 de agosto día de la Envidia y el éxito también se repitió. Y por su propia inercia la dinámica del éxito continuó y en menos de un lustro todos los días del año estaban copados y había día del Rencor y día de la Novia Infiel y día de los Bisabuelos y día de los Esposos que se Aman pero en Realidad se Odian y día de los Adoradores de Onán y día de los que Quisieran Acostarse con sus Sirvientas y día de los Lectores del Marqués de Sade y día de los que Sueñan con Centauros. Para lugar a las nuevas ocurrencias hubo que dividir el día en varias partes: el 3 de enero al atardecer fue declarado momento de los que les Gusta Hacer el Amor en la Oscuridad de un Cine y el 16 de octubre en la madrugada momento de los que No Matan ni una Mosca y el 21 de diciembre al mediodía momento de los nostálgicos por el Chachachá. Y así sucesivamente. El dictador ya lograba más dinero anualmente con la venta de tarjetas que con lo que robaba sin disimulo de las arcas del país, pero no quiso dejar el poder. Quería morir con él, ya viejísimo y venerable patriarca.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Cuando le llegó la muerte era en verdad viejísimo. En su honor, la Junta de Notables del país declaró las cuatro de la tarde con veintisiete minutos y quince segundos del 2 de abril como el Fugaz Instante de los Dictadores Perpetuos.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">En <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Desapariciones</span> (Simón Patiño: Cochabamba, 1994); <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Desencuentros</span> (Alfaguara: Miami, 2004); <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Imágenes del incendio</span> (Algaida: Cádiz, 2005)</span></div><br /></div></div></div></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-51390000163430404402008-02-18T01:24:00.000-08:002008-12-10T02:48:09.983-08:00<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqm8sRTZp4xN4O9l4Hq6vjIw0AEvffdv83SFwUcGHMBnpzI8Y7fXaQwuKcOgE_guU3cGHU76kkqIevaJe4mtY0amtu0izTn83ItK8IIXgiZczzKn69i9h2GhG2Vw5x5P_ZAILK/s1600-h/sweeney_todd_ver5.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5168320780413584930" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqm8sRTZp4xN4O9l4Hq6vjIw0AEvffdv83SFwUcGHMBnpzI8Y7fXaQwuKcOgE_guU3cGHU76kkqIevaJe4mtY0amtu0izTn83ItK8IIXgiZczzKn69i9h2GhG2Vw5x5P_ZAILK/s400/sweeney_todd_ver5.jpg" border="0" /></a><br /><div><strong>UNIVERSO TIM BURTON</strong></span><br /></div><div><div style="TEXT-ALIGN: justify"></div><div style="TEXT-ALIGN: justify"></div><div style="TEXT-ALIGN: justify"></div><div style="TEXT-ALIGN: justify"> </div><div style="TEXT-ALIGN: justify">En uno de los afiches para promocionar <span style="FONT-STYLE: italic">Sweeney Todd</span> se pueden encontrar algunas características fundamentales del universo de su director, el gran Tim Burton:<br /><span style="FONT-WEIGHT: bold"></div><div style="TEXT-ALIGN: justify"><span class="Apple-style-span" style="FONT-WEIGHT: normal"><span style="FONT-WEIGHT: bold"></span></span></div><div style="TEXT-ALIGN: justify"><span class="Apple-style-span" style="FONT-WEIGHT: normal"><span style="FONT-WEIGHT: bold"></span></span></div><div style="TEXT-ALIGN: justify"><span class="Apple-style-span" style="FONT-WEIGHT: normal"><span style="FONT-WEIGHT: bold">Lo gótico:</span> Johnny Depp lleva una navaja en las manos y un maquillaje cadavérico. Es el mismo color de la piel de Helena Bonham Carter, quien se encuentra a su lado. En el <span style="FONT-STYLE: italic">corpus</span> –nunca mejor usada esta palabra-- de Burton se encuentra la película <span style="FONT-STYLE: italic">El cadáver de la novia</span>; aquí, se trata de <span style="FONT-STYLE: italic">Los cadáveres de los novios</span>.</span><br /></div></span><br /><div style="TEXT-ALIGN: justify"><span style="FONT-WEIGHT: bold"><span class="Apple-style-span" style="FONT-WEIGHT: normal"><span style="FONT-WEIGHT: bold">Lo macabro:</span> una gran mancha de sangre cubre algunas de las letras del título. El subtítulo dice que nos encontramos ante “el barbero diabólico de la calle Fleet”. El dominio del negro en el afiche, el contraste con el sillón rojo de afeitar y la navaja resplandeciente en la oscuridad, hacen el resto. Burton ha estado aquí antes, sobre todo en<span style="FONT-STYLE: italic"> The Nightmare Before Christmas</span> y <span style="FONT-STYLE: italic">Sleepy Hollow</span>.</span><br /></div></span><div style="TEXT-ALIGN: justify"><span style="FONT-WEIGHT: bold"><span class="Apple-style-span" style="FONT-WEIGHT: normal"><span style="FONT-WEIGHT: bold">Lo freak:</span> Johnny Depp, en el papel de Sweeney Todd, luce una mirada de ser incomprendido por el mundo. De hecho, lo es. Su deseo de venganza lo llevará a convertirse en un asesino en serie, un freak de marca mayor. Burton se ha especializado en personajes monstruosos, hombres al margen de la sociedad por razones bizarras. Los monstruos <span style="FONT-STYLE: italic">freak</span> de Burton tienen siempre algo romántico: el Joven Manos de Tijera, Ed Wood, Willy Wonka y Batman son, en el fondo, idealistas, capaces de ganarle el pulso a todos los que les piden ser iguales al resto.</span> </span></div><div style="TEXT-ALIGN: justify"><span style="FONT-WEIGHT: bold"></div></span><div style="TEXT-ALIGN: justify"><span style="FONT-WEIGHT: bold"><span class="Apple-style-span" style="FONT-WEIGHT: normal"><span style="FONT-WEIGHT: bold">Johnny Depp:</span> el actor fetiche de Burton ha aparecido en seis de sus películas (<span style="FONT-STYLE: italic">El Joven Manos de Tijera, Batman, Ed Wood, Charlie y la fábrica de chocolates, Sleepy Hollow, El cadáver de la novia y Sweeney Todd</span>). Ya que estamos: Helena Bonham Carter, la pareja de Burton, ha aparecido en cinco, y Danny Elfman les ha puesto la música a todas desde <span style="FONT-STYLE: italic">La gran aventura de Pee-Wee</span>, con la excepción de <span style="FONT-STYLE: italic">Ed Wood</span>.</span> </div></span><div style="TEXT-ALIGN: justify"><br />La suma da el producto inconfundible de Burton: un cuento de hadas para adultos. Una pesadilla en colores contrastantes. Un extraño relato de terror romántico. Una película de alta calidad con guiños al cine clase B y al género del horror. Sólo faltan, inevitablemente, un par de características, como su amor por los dibujos animados y por la técnica del <span style="FONT-STYLE: italic">stop-motion</span>. Su próxima película será <span style="FONT-STYLE: italic">Alicia en el país de las maravillas</span>, lo cual haría pensar que Burton se está poniendo predecible (¿Depp en el papel de Alicia?). Sin embargo, si se recuerda que todas sus remakes (<span style="FONT-STYLE: italic">El planeta de los simio</span>s, <span style="FONT-STYLE: italic">Charlie</span>) han terminado siendo obras muy personales, es muy probable, más bien, que algún día se hable de Lewis Carroll como precursor de Tim Burton. </div></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-20077660512402162662008-02-15T05:41:00.001-08:002008-12-10T02:48:10.165-08:00<div xmlns="http://www.w3.org/1999/xhtml"><p><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">PARA EL FIN DE SEMANA</span></p><p><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">Matt Reeves: <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Monstruoso</span></span></p><p><object height="350" width="425"><param value="http://youtube.com/v/IvNkGm8mxiM" name="movie"><embed height="350" width="425" type="application/x-shockwave-flash" src="http://youtube.com/v/IvNkGm8mxiM"></embed></object></p></div><div style="text-align: justify;">No estaba entre mis planes ver <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Monstruoso</span>, pero mi hijo Gabriel se enteró de qué se trataba y, como es un apasionado de Godzilla, me dijo que quería verla. Acepté: después de todo, “un monstruo como Godzilla en Nueva York” no sonaba tan mal. La película me sorprendió favorablemente: es como <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">El proyecto de la bruja Blair</span>, pero bien hecha. O acaso la bruja Blair había llegado muy temprano, y ahora, entrenados por YouTube, nos es más fácil entender el formato de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Monstruoso</span>: setenta minutos filmados por una cámara casera, que se mueve sin parar, que no encuentra el ángulo adecuado para capturar al monstruo –a quien apenas se lo ve. Hay una historia de amor, pero eso es lo de menos: las constantes explosiones y el movimiento de la cámara hacen que uno no sienta que está viendo una película sino experimentando una simulación virtual en un parque de atracciones. Al final, mi hijo y yo salimos con mareos y dolores de cabeza. Un crítico de <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">La Vanguardia</span> definió a <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Monstruoso</span> como “la primera película doméstica de desastres”. Pues sí. Gabriel quiso irse diez minutos antes de que terminara: estaba asustado de verdad. Y tampoco le gustó mucho que, esta vez, el monstruo ganara.<br /><br /><div xmlns="http://www.w3.org/1999/xhtml"><p><object height="350" width="425"><param value="http://youtube.com/v/mjN8kyK14wk" name="movie"><embed height="350" width="425" type="application/x-shockwave-flash" src="http://youtube.com/v/mjN8kyK14wk"></embed></object></p></div></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">COMPACT</span><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">Elvis Perkins: <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Ash Wednesday</span></span><br /></div><div style="text-align: justify;">El mundo quizás no necesite de un cantautor más, de buenos sentimientos y melancolía por doquier. Pero, ¿cómo no escuchar a Elvis Perkins? Se trata nada menos que del hijo de Anthony Perkins --el actor de Psicosis—, muerto de SIDA a principios de los ochenta, y de Berry Berenson, fotógrafa fallecida trágicamente (era uno de los pasajeros de los aviones que chocaron el once de septiembre con las Torres Gemelas). Con esos padres, Perkins tiene muchas historias que contar: un pasado ideal para un novelista, o para un asesino en serie. Perkins elige un camino intermedio, y se estrena con <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Ash Wednesday</span>, un compact que suena como si este treintañero tuviera todos los años del mundo. No hay rabia, sólo la mirada de alguien que ha visto y vivido mucho. La canción irresistible es “While You Were Sleeping”; “Emile’s Vietnam in the Sky” y “Sleep Sandwich” son también memorables.<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3G2SCAZbBCLUMFSS2Kwg-C8ERzzlpLNHVdZ-dZhOCi2HFohVc0brIrhRYHkGkx2sucyiCNmcaZ1_1GLUoXCw63-uD6QLwQPJBzDEUMEvn-YamF8Ygn9jyaTpEg8SwIzjdmZxk/s1600-h/6.gif"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3G2SCAZbBCLUMFSS2Kwg-C8ERzzlpLNHVdZ-dZhOCi2HFohVc0brIrhRYHkGkx2sucyiCNmcaZ1_1GLUoXCw63-uD6QLwQPJBzDEUMEvn-YamF8Ygn9jyaTpEg8SwIzjdmZxk/s400/6.gif" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5167206013061973490" /></a><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold; ">NOVELA</span><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">Nikolai Leskov: </span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">La pulga de acero</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;"> (Impediment</span>a)<br /></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">La frase es cruel, y tenía que pertenecer a un personaje de Nabokov: “Ya que hablamos de autores de segunda categoría, ¿qué opina usted de Leskov?” Walter Benjamin intentó rescatarlo, pero hay que aceptar que Nabokov tenía razón: para la gran literatura rusa, Leskov es de segunda fila. Después de leer <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">La pulga de acero</span>, se puede matizar diciendo: ¡qué segunda fila, de primera! Este relato, publicado en 1881, abreva en la mejor tradición oral rusa, pero ya apunta al siglo XX, incluso al XXI: heridos en su orgullo nacionalista ante un invento inglés –una pulga de acero mecánica, un autómata--, los rusos se afanan en descubrir al artesano capaz de inventar una pulga igual pero mejor. El final no está a la altura de todo lo anterior, pero el derroche de imaginación que significa la competencia entre pulgas mecánicas es suficiente para asegurar que Leskov no será olvidado.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-42404278911776212652008-02-12T11:42:00.000-08:002008-12-10T02:48:10.406-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhx6DlgxrcRQ1peCs-icKnM7RDYjRMN6AaHTD8Ye_t6dkDrw4vwBWwBRIxhd2FCqTDv8gnI_kYKCB8-9xqB-TZv6bhzhgJPEiVa2zFrWI6WQ-vUwQuJXubcT1PTrZ5PrpPhPeXR/s1600-h/volpi_cuadrada_peq.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhx6DlgxrcRQ1peCs-icKnM7RDYjRMN6AaHTD8Ye_t6dkDrw4vwBWwBRIxhd2FCqTDv8gnI_kYKCB8-9xqB-TZv6bhzhgJPEiVa2zFrWI6WQ-vUwQuJXubcT1PTrZ5PrpPhPeXR/s400/volpi_cuadrada_peq.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5166182956147033538" /></a><br /><span style="font-weight:bold;">VOLPI EN UNA BLACKBERR</span>Y<br /><br /><div style="text-align: justify;">Mi muy buena amiga Ana Pellicer me contó que acababa de leer una <span style="font-style:italic;">nouvelle</span> inédita de Jorge Volpi en su Blackberry. Sí, una sorpresa para los lectores acostumbrados a las meganovelas de Volpi: su nuevo trabajo, <span style="font-style:italic;">El jardín devastado</span>, no necesita ni siquiera del Kindle o el Sony Reader para ser leído; tiene entre sesenta y ochenta páginas, lo cual significa que puede leerse en teléfonos móviles y portátiles.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Yo la leí en mi MacBook Pro. En <span style="font-style:italic;">El jardín devastado</span> aparecen temas caros a Volpi, relacionados con su preocupación política global –en este caso, una mujer que busca a sus hermanos en plena guerra en Irak--, pero también hay novedades. Se trata de un Volpi íntimo, en cuyo narrador no cuesta reconocer ciertos aspectos de su biografía. Hay un personaje femenino magnífico (la bipolar Ana). La prosa también sorprende: desprovista de retórica, su filoso laconismo convierte al libro en un jardín nada devastado de máximas para subrayar. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el <a href="http://www.elboomeran.com/blog/12/jorge-volpi/">blog</a> de Volpi han ido apareciendo capítulos de la novela. En los primeros <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">posts</span>, Volpi explicó la razón de ser de su proyecto: “Escribir. Escribir de nuevo. No otra novela -cualquier novela- sino una bitácora, una combinación de memoria, ficción, aforismos. Una aventura que sea, también, una negación. Un ejercicio de escritura, una forma de aprender a escribir de nuevo a un año de haber concluido la trilogía formada por <span style="font-style:italic;">En busca de Klingsor</span>, <span style="font-style:italic;">El fin de la locura</span> y <span style="font-style:italic;">No será la Tierra</span>”. No queda claro si los comentarios de los lectores influirán en la versión final. Lo que sí es cierto es que, gracias al blog y a los nuevos lectores electrónicos, el escritor tiene más posibilidades de interactuar con sus lectores, saber sus opiniones, hacerles caso (o no). Así, a su manera, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">El jardín devastado</span> es también ciberliteratura. <br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Esta <span style="font-style:italic;">nouvelle</span> será publicada en septiembre por Alfaguara. Pero antes saldrá otro libro de Volpi: uno de ensayos, que publicará la Páginas de Espuma.<br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-18214765.post-37968967620578294002008-02-10T07:45:00.000-08:002008-12-10T02:48:10.579-08:00<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8cMyMpGJVc83K0umNxulHlOJ7XYfR7fL9ySd7Dx2HhfxcasTzY8cDUZZ4t7tgPDTInmwzy3vXkDWEmEW2lj9Lk4lkquzqNq48m6P-ULbwyf5ZqkVPU5Bg21XHIl3Ad5O4qgkQ/s1600-h/mutantes.jpg"><img style="text-align: justify;float: left; margin-top: 0px; margin-right: 10px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; cursor: pointer; " src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg8cMyMpGJVc83K0umNxulHlOJ7XYfR7fL9ySd7Dx2HhfxcasTzY8cDUZZ4t7tgPDTInmwzy3vXkDWEmEW2lj9Lk4lkquzqNq48m6P-ULbwyf5ZqkVPU5Bg21XHIl3Ad5O4qgkQ/s400/mutantes.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5165379904636863922" /></a><br /><span style="font-weight:bold;">LITERATURA Y CIBERCULTURA</span><br /><br /><div style="text-align: justify;">La reflexión sobre la literatura y sus relaciones con las nuevas tecnologías en América Latina y España se encuentra en un momento de inflexión. Después de años de pensar que el internet no tenía nada que ver con la literatura, académicos y escritores se han puesto a indagar en este tema. Pienso en esto al ver <span style="font-style:italic;">Latin American Cyberculture and Cyberliterature</span>, un libro editado por Claire Taylor y Thea Pitman que Liverpool University Press acaba de publicar en Inglaterra (y en el que he contribuido con un epílogo); el número de enero del 2008 de la revista <span style="font-style:italic;">Quimera</span>, que trae un dossier dedicado a “Nuevas tecnologías narrativas”; y la antología <span style="font-style:italic;">Mutantes: Narrativa española de última generación</span>, publicada a fines del 2007 por la editorial Berenice y editada por Julio Ortega y Juan Francisco Ferré.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Algunas conclusiones se desprenden de la lectura del libro de Taylor y Pitman: por un lado, la comprobación, una vez más, de que los nuevos medios tecnológicos influyen en la estética, el arte de un período. Sucedió con la fotografía, con el cine, con la televisión, y ahora está ocurriendo con la computadora. Por otro lado, la forma en que la emergencia de un nuevo medio permite otras lecturas de la tradición. Taylor y Pitman definen ciberliteratura de manera amplia, como “un campo que incluye la literatura electrónica –obras literarias concebidas tradicionalmente, pero en formato electrónico--, y formas específicas de la literatura en el internet como el hipertexto, los hipermedios y los blogs, así como la literatura escrita que reflexiona acerca de la aparición de la cibercultura y los productos ciberculturales” (19, mi traducción libre). Así, los argentinos Borges, Bioy Casares y Cortázar vendrían a ser considerados como “avatares de la ciberliteratura” (19).<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La revista <span style="font-style:italic;">Quimera</span>, que solía ser un reducto de la tradición y que, gracias al nuevo consejo de dirección se ha convertido en abanderada de la literatura más a tono con la sensibilidad contemporánea, se interesa en explorar cómo, en palabras de Vicente Luis Mora, “los escritores comienzan a utilizar, en momentos puntuales, elementos tomados directamente de las nuevas tecnologías, copiando sus estructuras y reproduciendo elementos visuales en las obras, que abandonan ya el paradigma de la Galaxia Gutemberg para desembocar en el cosmos de la World Wide Web, configurada como nueva <span style="font-style:italic;">Weltanschauung</span>” (25). Sorprende cómo la nueva generación de críticos y escritores españoles utiliza palabras en inglés, algo que es mucho más común encontrar en escritores latinoamericanos. Laura Borrás, por ejemplo, menciona la “web-based literature” como nueva forma de literatura (27), y el título de una sección de poemas que reflexionan sobre la tecnología y el consumo, editada por el “Dj” Eloy Fernández Porta, es “RealTime”. A propósito de Fernández Porta; su libro Afterpop: La literatura de la implosión mediática, debe verse como el punto central de partida para la reflexión sobre el impacto de las nuevas tecnologías en la literatura española.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><span style="font-style:italic;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; "><span style="font-style:italic;">Mutantes</span> es una antología desigual –casi todas lo son—, con prólogos algo contradictorios: mientras Ferré escribe que “el panorama español de los últimos veinte años ha sido… anestésico y anodino” (19), Ortega dice que “demandan atención los relatos de Juan Antonio Masoliver, Cristina Fernández Cubas, Julio Llamazares, Carmen Riera, Carlos Trías, Soledad Puértolas, Belén Gopegui, Nuria Amat, Manuel Rivas, Imma Monzó…” (30-1) (es decir, algunos de los escritores españoles más destacados de los últimos veinte años). Con todo, la antología abre una puerta fascinante al trabajo de los escritores españoles de la nueva generación ("nueva" muy elástica: hay escritores nacidos a principios de los sesenta). En algunos casos, los nuevos medios influyen en la forma: Jordi Carrión, por ejemplo, utiliza la estructura de cómo se accede a la información en Google para “Búsquedas (para un viaje futuro a Andalucía)”, un texto más bien ensayístico. En otros, como en “500% Costa”, de Jordi Costa, en el fondo. A veces el tema es una exploración futurista, pero el medio no es tan nuevo: unos recortes de periódico dan forma al relato “Cero absoluto”, de Javier Fernández. <span style="font-style:italic;">Mutantes</span> también incluye un fragmento de <span style="font-style:italic;">Nocilla Dream</span>, la novela de Agustín Fernández Mallo que se ha convertido en un referente de la nueva generación.</span><br /></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal;"><span class="Apple-style-span" style="font-weight: bold;">(Publicado en PRL, <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic;">Primera Revista Latinoamericana de Libros</span>, febrero 2008)</span></span></div></span><div style="text-align: justify;"><br /></div>Edmundo Paz Soldánhttp://www.blogger.com/profile/14530550626396076490noreply@blogger.com4