Saturday, March 29, 2008


CUANDO EL PERIODISMO Y LA LITERATURA SE ALÍAN

Algún día, cuando se escriba la historia literaria de la América Latina de principios de este siglo, se tendrá que reconocer que las grandes innovaciones de la prosa latinoamericana vinieron de la mano de los editores, de los cronistas, de los periodistas, de los escritores de non-fiction. En esa historia por contar se verá el notable papel de algunas revistas: Gatopardo (creada en Colombia, editada hoy en México), la peruana Etiqueta Negra, la colombiana El Malpensante, la chilena The Clinic, la mexicana Letras Libres, la brasileña Piauí, la argentina La Mano.

Una de las características fundamentales de estas revistas es su flexibilidad temática y formal. Si bien Julio Villanueva Chang, director fundador de Etiqueta Negra, menciona que la revista no es periodística ni literaria, lo cierto es que es ambas cosas a la vez; como dice Toño Angulo Daneri, uno de los periodistas de la primera etapa, Etiqueta Negra es "un bastión fundamentalista del periodismo narrativo". Andrés Hoyos, editor de El Malpensante -revista que se mueve cómodamente en el periodismo literario y sus diferentes géneros-, llega a aseverar contundente: "Nos interesan los textos bien escritos sin que importe mucho de qué hablan". Martín Pérez, integrante del consejo de dirección de La Mano, dice de esta revista de "cultura rock": "Aunque parezca que cultura y rock son dos palabras que no se llevan bien juntas..., en Argentina el rock siempre fue entendido como algo más que escuchar música: también tiene que ver con qué libros leer, qué películas ver y toda una forma de mirar el mundo". Letras Libres, por su parte, es una revista más ensayística, más de reflexión.

Estas revistas abrevan en tradiciones locales -Expreso Imaginario, para La Mano; la legendaria Vuelta de Octavio Paz, en el caso de Letras Libres-, pero la tradición anglosajona es sin duda más influyente: Vanity Fair, Mojo, Rolling Stone, Esquire, The New Yorker, Harper's, The New York Review of Books, Prospect. El ejemplo anglosajón aparece en todas partes: en la edición muy cuidada y la amplia extensión de los textos, en la extensa investigación que se hace para escribir las crónicas. El crítico Rafael Gumucio llega a sugerir que si para el boom los escritores norteamericanos importantes eran Faulkner y Hemingway, los que hoy cuentan no son escritores como Jonathan Franzen o David Foster Wallace, sino periodistas-ensayistas-cronistas como Janet Malcolm, Susan Orlean o Jon Lee Anderson. La renovación de la prosa latinoamericana tiene como punto de partida al nuevo periodismo norteamericano.

Mario Jursich, subdirector de El Malpensante, señala que una de las claves de la revista es su espíritu cosmopolita y el rechazo al "espíritu provinciano, sobre todo al considerar el inmenso protagonismo que éste ha tenido en un país de magra cultura como es Colombia". La paradoja de este cosmopolitismo es que los compartimentos estancos en los que se mueve la cultura de América Latina hacen que, en general, estas revistas sólo puedan ser conseguidas en sus respectivos países de publicación (las suscripciones internacionales son prohibitivas de tan caras). Gatopardo es la que más esfuerzos ha hecho por distribuirse en todo el continente: llega a quince países. En cuanto a la internacionalización, la gran mayoría o ha fracasado o ni se lo plantea; Letras Libres es una de las excepciones en este panorama, pues tiene una edición que se publica en España, con artículos y reseñas que no aparecen en la edición mexicana. Letras Libres también coloca toda la edición impresa en su sitio web, y tiene blogs, además de archivos muy completos, incluida toda la colección de Vuelta; lamentablemente, la mayoría de las revistas publica pocos artículos de la edición impresa y no ofrece mucho material propio; hay todavía miedo a que la competencia digital pueda devorar al papel.

Lo normal para estas revistas es tener un tiraje de entre 5.000 a 10.000 ejemplares. La Mano supera los 10.000; El Malpensante llega a casi 20.000, y Letras Libres a 38.000 en sus dos ediciones; Gatopardo es la más vendida: sus tres ediciones (mexicana, andina y pan-regional) llegan a 200.000 ejemplares. Debido al costo del papel, las revistas suelen ser caras y llegan sobre todo a los segmentos de la clase media, media-alta y alta. Esos costos hacen que sea de destacar cuando una revista cultural sobrevive un par de años en América Latina. Lo extraño, sin embargo, es que pese a que no todas estas revistas son comerciales, los anunciantes las apoyan. Daniel Titinger, nuevo director editorial de Etiqueta Negra, cree que lo que apoyan, en el fondo, es la continuidad.

En un continente tan inestable, el gran logro para muchos parece ser persistir, y durar. Los editores de estas revistas, por suerte, no parecen interesados en convertir la continuidad en un fin en sí mismo. Siguen arriesgando cada mes (o cada cuarenta y cinco días, en el caso de El Malpensante), con lo que es casi seguro que en un tiempo no todas seguirán con nosotros. Habrá malas noticias y contratiempos en esta historia, pero lo fundamental es que las bases están construidas para que se pueda hablar ya de una nueva gran tradición latinoamericana. 

(suplemento Babelia, El País, 29 de marzo 2008)

Tuesday, March 25, 2008


BOLAÑO SALVAJE

Hace exactamente tres años, en marzo del 2005, en un encuentro de literatura latinoamericana en Lleida (Lérida) conocí a Paco Robles y Olga Martínez, editores de Candaya, una casa editorial independiente que en poco tiempo se ha consolidado como una de las más interesantes en el panorama español. Ellos me contaron que tenían previsto iniciar una colección de libros dedicados a autores españoles y latinoamericanos contemporáneos. Me dijeron que el primer volumen, sobre Enrique Vila-Matas, ya estaba en marcha, y que vendría acompañado por un documental en DVD con una entrevista y un acercamiento en imágenes al mundo del autor. Mientras caminábamos hacia al hotel, recordé que con Gustavo Faverón alguna vez habíamos planeado coeditar un volumen de ensayos sobre Roberto Bolaño y se me ocurrió ofrecerles el proyecto. Antes de llegar al hotel, la decisión había sido tomada, y el proyecto se ponía en marcha.

Cuando volví a los Estados Unidos, me dí cuenta de lo abrumador del trabajo: los libros de Celina Manzoni (Roberto Bolaño: la literatura como tauromaquia, 2002) y Patricia Espinosa (Territorios en fuga: estudios críticos sobre la obra de Roberto Bolaño, 2003), habían abierto notables sendas de estudio, pero la muerte de Bolaño en 2003 y la publicación en 2004 de la monumental novela 2666 lo habían convertido rápidamente en un autor canónico, central no sólo para la literatura latinoamericana sino también más allá del continente americano. Con Gustavo, nos pusimos a pensar en los lineamientos principales del libro. Gustavo escribiría un ensayo sobre las relaciones de Bolaño con la literatura argentina, yo me haría cargo de la introducción. Pensamos que un buen título sería Bolaño salvaje, pues no sólo hacía referencia a Los detectives salvajes; también quería sugerir lo poco domesticado que había sido Bolaño en su paso fugaz por el mundillo literario, su vocación de francotirador.

Candaya estaba interesada en un volumen que fuera más allá del público académico; había que seleccionar los mejores textos en la cada vez más profusa bibliografía sobre Bolaño, de escritores y críticos de referencia en el universo del escritor chileno, y hacer una convocatoria pública en procura de recibir trabajos de académicos que en ese momento estaban analizando la obra de Bolaño. Mientras Gustavo y yo nos dedicábamos a ello a lo largo del 2006, Candaya comenzó a preparar el documental sobre Bolaño, consiguiendo para ello que fuera dirigida por Eric Haasnoot, un holandés radicado hace un buen tiempo en Barcelona. 

Nos sorprendió la cantidad de trabajos académicos que llegaron. Provenían de América Latina, de Estados Unidos, de Europa. Seleccionar los mejores, los más representativos, no fue fácil; había que pensar en un balance y tratar de cubrir toda la obra –por ejemplo, llegaron varios trabajos muy buenos sobre Estrella distante, por lo que alguno de primer nivel tuvo que ser excluido--, y a la vez dar cuenta del “estado de la cuestión”: una radiografía de cómo se estaba leyendo a Bolaño hoy. Así, pudimos contar con, entre otros, Manzoni (una pionera en los estudios sobre Bolaño), Chris Andrews (uno de los traductores de Bolaño), el crítico y escritor peruano Peter Elmore, y críticos chilenos jóvenes como Valeria de los Ríos y Matías Ayala. A esos trabajos se añadían los textos de críticos y escritores conocidos: Vila-Matas, Fresán, Villoro, Boullosa, Pauls, Franz, Iwasaki, Volpi, Echevarría, Masoliver Rodenas.

Enviamos el manuscrito a mediados del 2007. Meses después, Candaya respondió con sus observaciones y comentarios. En el intercambio de opiniones, el libro fue encontrando su forma final: más de 500 páginas, veinticinco ensayos que dan muestra de lo complejo que es el mundo literario del escritor chileno, y de la fascinación que ejerce su persona. Apareció una entrevista inédita, ofrecida por Sonia Hernández y Marta Puig. El documental, “Bolaño cercano”, fue creciendo hasta llegar a los 40 minutos; Carolina López, la viuda de Bolaño, colaboró permitiendo el acceso de Eric a los archivos. 

Como suele ocurrir con las antologías, habrá discusiones: por qué se incluyó este texto, por qué se excluyeron estos otros. Gustavo y yo asumimos el riesgo y confiamos en que Bolaño salvaje sea un libro de referencia que ayude a dar una visión más cabal de Roberto Bolaño, y permita seguir disfrutando y analizando un universo narrativo y poético que todavía tiene muchas sorpresas por ofrecer. El documental, filmado en Blanes, Barcelona y la ciudad de México, servirá para una mejor contextualización de la obra. 

Bolaño salvaje, acompañado por el DVD, será publicado a principios de abril. Paco y Olga, mientras tanto, prosiguen con su trabajo fervoroso e incansable: Candaya publicará también en abril El lugar de Piglia (editado por Jorge Carrión), y para octubre se anuncia un libro sobre Juan Marsé. 

(Publicado en Reportajes de La Tercera, 23 de marzo 2008)

Sunday, March 16, 2008


EL BLOG Y LA LITERATURA DEL SIGLO XXI

La literatura es parte de una ecología de medios que compiten entre sí. Esa competencia puede producir diálogos tensos o estimulantes, apropiaciones constantes de los efectos producidos por otros medios. La llegada del cine, la televisión y el ordenador no significó, como algunos críticos apocalípticos llegaron a sugerir, el fin de las novelas, de los poemas. Los escritores se han ido adaptando a la convivencia con estos medios: los novelistas incorporaron a su escritura procedimientos narrativos derivados del cine; los poetas experimentaron con la tipografía de la máquina de escribir; hoy, gracias al Internet y las facilidades tecnológicas del ordenador, ha aparecido el blog como un nuevo género literario; una nueva generación de autores lo utiliza como parte fundamental de su proyecto narrativo, a la vez que busca incorporar en su escritura procedimientos aprendidos en la diaria convivencia con los medios y las tecnologías emergentes.

Cuando aparece un nuevo medio, al principio se tiende a remedar a otro medio ya existente: así, por ejemplo, el cine mudo de comienzos del siglo XX tenía muchas deudas con el teatro; hubo que esperar hasta fines de la década del veinte para que el cine encontrara su propio lenguaje y se distanciara del teatro. Debido a que el medio es aún muy joven, el tipo de blog que predomina es el de posts que en realidad son columnas de opinión o críticas que no desentonarían en las páginas impresas de un periódico o revista. También están los que tienen algo del diario, del cuaderno de apuntes, del microrelato o el epigrama. El formato blog es nuevo, pero el lenguaje todavía pertenece a otro medio y a otro género. 

El blog que utiliza las múltiples posibilidades interactivas del Internet es el que se anuncia como un nuevo género literario. La literatura de los siglos XIX y XX ha tratado de salir de la dictadura del texto e incorporar otros medios; era común ver en las novelas clásicas del siglo XIX y XX gráficos que acompañaban al texto (es famosa la negativa de Kafka a que se ilustrara “La metamorfosis”, bajo el argumento de que el poder sugerente del texto era suficiente para el lector); más recientemente, W. G. Sebald puso de moda la incorporación de imágenes fotográficas como parte fundamental del texto y no como una simple ilustración. Esos ejemplos son tímidos si se los compara con todas las posibilidades que despliega el blog para hacer que el texto incorpore imágenes, videos, comentarios de lectores. Como dice el crítico mexicano Heriberto Yepez, el blog es también “una obra de arte visual, que el autor puede rediseñar o perfeccionar con un conocimiento mínimo de HTML o simple copy-paste… Lo que sigue de aquí es el multimedia”.

El blog debe abrirse al diálogo con las múltiples posibilidades interactivas de la red, hacer navegar al lector: un post debe contener muchos enlaces que nos lleven de aquí para allá (artículos, noticias, foros, blogs, videos). El blog también permite que los lectores comenten los posts. Algunos blogueros lo impiden, lo cual va contra la naturaleza misma del blog: la posibilidad de interactuar de forma inmediata y sin filtros con los lectores, de hacer que los comentarios conviertan al post en un foro de discusión. Algunos señalan el peligro de que el blog se convierta en una suerte de dictadura de la opinión pública, que sean los lectores y no el autor los que determinen la versión final del texto. Eso, sin embargo, no es algo nuevo. El diálogo de un autor con los lectores ha ocurrido siempre; el blog intensifica este diálogo, y hace más factible que la opinión de un lector llegue al autor. 

El blog es un punto de partida para uno de los caminos de la literatura del siglo XXI. Por un lado, permite la aparición y autopublicación de escritores que no siguen los tradicionales mecanismos de publicación del mundo editorial (de manera irónica, algunos blogs, como “premio” por su calidad, terminan siendo publicados como libros impresos, aunque lo cierto es que el verdadero lugar del blog es la red). Por otro, gracias al ordenador y a la red, futuros cuentos, novelas y poemas se escribirán incorporando tanto otros medios como la opinión del lector. Los nuevos lectores digitales (el Sony Reader, el Kindle) harán esto más fácil y transformarán no sólo nuestra forma de leer; también transformarán la idea que hoy tenemos de la literatura. En algunos años, no será extraño estar leyendo una novela en un lector digital y encontrarnos con un enlace a un video en YouTube o a un dato en Wikipedia. Tampoco será raro que los lectores puedan mandar, en tiempo real, sus comentarios al autor de un relato o un poema, y que, debido a ello, el escritor decida cambiar la trama de un relato o la rima de un soneto. El autor no morirá, pero la literatura se hará más interactiva. No hay razones para alarmarse: la creación literaria ha demostrado una extraordinaria inventiva para adaptarse a los desafíos de otros medios.

(Publicado en el suplemento Babelia de El País, sábado 15 de marzo 2008)

Friday, March 14, 2008

THE GIFT

Formado en 1994, este grupo portugués de pop y electrónica tardó diez años en hacerse conocer fuera de su país, y hasta el 2007 para encontrar, con su cuarto compact, Fácil de entender, un éxito verdadero. Este año tocaron en el Teatro de Bellas Artes de Madrid, lo cual indica que no estamos ante un grupo pop más. Su mezcla sofisticada de instrumentos tradicionales de la música electrónica, con otros como el acordeón y el arpa, y sus registros, que provienen tanto del jazz como del rock, hacen pensar que The Gift está tratando de ser para el pop electrónico lo que Arcade Fire es para el rock. La cantante del cuarteto, Sonia Tavares, canta en inglés, lo que confunde más las cosas. Gracias a este grupo, los que pensaban que el Portugal sólo produce la música tristona del fado tendrán que actualizar sus lugares comunes.

Tuesday, March 11, 2008


LIBROS DECAPITADOS

En uno de los mejores fragmentos de Nocilla Experience, la novela que Agustín Fernández Mallo acaba de publicar, el señor A se halla en un estudio montando una película cuando ocurre un accidente: la parte superior de los fotogramas que está viendo, como un tercio, se halla cortada. La experiencia le enseña algo al señor A: “Aquello ya no era cine sino literatura en estado puro. Entendió entonces que el libro, la lectura del futuro, no era el hipertexto en Internet ni otras derivaciones tecnológicas, sino eso, ver películas decapitadas”. 

Pienso en mis libros decapitados en la mesa de noche. La pila no deja de crecer: Nocilla Experience (estoy en la página 168), Las aventuras de Barbaverde (he leído las dos primeras aventuras de Aldo Sabor), Una tumba para Boris Davidovich (cuentos por aquí y por allá), Mundo maravilloso (lectura detenida en la página 110), La sinagoga de los iconoclastas (voy por la mitad, pero no me termina de entusiasmar), País que fue será (el libro de Gelmán es el más breve de todos, pero igual…), Baroni: Un viaje, El general y sus presidentes (un libro de historia sobre el alemán que condujo al ejército boliviano durante buena parte de la primera mitad del siglo veinte), Edén (no he leído nada de Rossi todavía), Gomorra (leo non fiction menos de lo que debería)…

Los libros no paran de llegar. Están los que uno quiere leer de verdad, los que lee para rellenar huecos, los que recomiendan los amigos, los que envían las editoriales, los que ocupan las portadas de los suplementos culturales, los que se compran porque parecieron interesantes en la librería… Y mejor no sigo con los libros que ahora tengo en PDF en mi MacBook Pro.

Me quejo, pero se trata de una compulsión: mañana la pila seguirá creciendo y no haré mucho para que disminuya (por cada libro que termine, entrarán otros tres a la pila). Ahí me espera, en el escritorio, el libro que compré hoy en la librería Machado: Balas de plata. Me han dicho que la novela de Elmer Mendoza está muy buena. 

Sunday, March 09, 2008

ELECCIONES EN ESPAÑA

7:56 pm: Jornada tranquila de elecciones. Para un latinoamericano, sorprende que no haya ley seca, que la jornada de fútbol se desarrolle como si fuera un domingo más. Salvo por el alevoso atentado terrorista de ETA dos días atrás, la campaña electoral ha sido bien tibia, sin que ninguno de los candidatos haya sido capaz de inspirar al electorado. Sorprende la incapacidad del PP a la hora de leer los cambios ocurridos en la sociedad española durante la última década; en cuanto a Zapatero, le basta con no equivocarse para ganar: Rajoy se la ha hecho muy fácil.

8:02: Primeros sondeos a boca de urna: el PSOE roza la mayoría absoluta, fracaso estrepitoso del PP: 44.5% contra el 37.5%. Los partidos nacionalistas pierden escaños. 

8:07: el mejor artículo sobre la España actual está en Newsweek. El título lo dice todo: "El fin del imperio español". Habla del fracaso de Zapatero para convertirse en un líder internacional, cuando España se encontraba en su mejor momento económico; habla del enfriamiento de la economía y de los otros problemas que aguardan a la sociedad española. Un buen texto para atemperar los ánimos, en momentos de euforia socialista: el desafío es enorme, ojalá que el nuevo gobierno de Zapatero esté a la altura. 

8:54: Mientras espero novedades electorales, me pongo a leer Bardín el superrrealista, un cómic que compré en mi visita al recién inaugurado museo de CaixaForum en Madrid. Max es un dibujante lleno de recursos estilísticos; su Bardín tiene deudas con Chris Ware, y recupera a Buñuel y Dali para proponer una lectura surrealista --o más bien superrealista-- de la realidad. Lo mejor: los diálogos de Bardín con Cirlot en un bar, con coñac barato de por medio. 

Nada más adecuado que leer a Max durante la jornada electoral.

9:24: Con el 20% de los votos escrutados, el PSOE tiene el 46.3% y el PP el 36.9%. Se acentúa el bipartidismo: cae Izquierda Unida, y lo de Esquerra Republicana es una debacle: de 8 diputados el 2004, a apenas 3 en estas elecciones (por ahora). 

9:57: Más de la mitad de los votos escrutados: Zapatero con el 45.1%, Rajoy con el 39%. Para seguir las elecciones en tiempo real, sugiero visitar el blog de Letras Libres, Empate perfecto.

10:02: Ahora que se confirma la derrota, crecen las especulaciones acerca de la necesidad de que el PP cambie de curso. ¿Quién será el sustituto del gris Rajoy? Se estima que Esperanza Aguirre, con lo cual no habría ningún viraje al centro. Gallardón era la gran baza para una modernización de la derecha española; su derrota en las batallas internas no le augura un buen futuro al PP.

10:09: Con dos tercios de los votos escrutados, se acorta la diferencia a cinco puntos: 44.7 % contra 39.4%. El PSOE tiene una legislatura más tranquila: para tener mayoría absoluta en el congreso, sólo necesita el apoyo de CiU.  

Gran sorpresa: los socialistas triunfan en el País Vasco. Retroceden los nacionalistas de PNV. El asesinato del ex-concejal socialista a manos de ETA, ¿habrá sido la causa? ¿O es que hay otros factores menos coyunturales? De hecho, otro partido nacionalista en Cataluña (Esquerra) es el gran derrotado de estas elecciones.

10:14: En otro frente, el Villarreal derrota 1-0 al Barcelona en el Camp Nou. Falta media hora de juego y el Real Madrid se pondría a ocho puntos. ¿Hay liga? Parece que no.

Comics, elecciones y fútbol: vaya domingo. Yo, el de entonces, soy el mismo.

10:22: Con el 75% escrutado, el PSOE saca 168 diputados y el PP 154. Como la mayoría absoluta en el congreso es de 176 diputados (el total es de 350), el PSOE sólo necesitaría aliarse con CiU para gobernar (CiU saca 10 diputados).

Esquerra tenía 8 diputados; ahora sólo tiene 3. IU tenía 5; ahora, 3.

10:36: 82% escrutado: el PSOE sigue llevando 14 diputados de ventaja al PP. Y el Barcelona acaba de empatar.

10:49: 86% escrutado: el PSOE lleva 12 diputados de ventaja al PP. El PP acaba de reconocer la victoria del PSOE. Llamazares reconoce el fracaso de IU y anuncia que dejará de ser el líder de la formación. Zapatero se acerca al balcón a saludar a los simpatizantes del PSOE. Como dicen por aquí, está todo el pescado vendido.

A pocos minutos del final, el Villarreal le gana 2-1 al Barcelona...

11:03: No hay elecciones, tampoco hay liga. Buenas noches, y buena suerte (nos salvamos de la niña de Rajoy, pero no de las sofisticadas citas citables de Zapatero...)


Tuesday, March 04, 2008


RETRATO DE GRUPO CON DICTADOR AL FONDO

La novela latinoamericana del dictador sigue viva en las nuevas generaciones. Lo demuestra con contundencia Jorge Eduardo Benavides en su reciente Un millón de soles (Alfaguara), que recrea con enorme ambición narrativa los siete años de la dictadura populista de Velasco Alvarado en el Perú (1968-1975).

El principal aporte de Benavides a este subgénero es mostrar que, detrás de la visión de un hombre mesiánico en el que confluyen todos los hilos, hay un entorno muy dispuesto a manejar buena parte de la tajada. El dictador Velasco aparece aquí como un ser caprichoso y paranoico pero en el fondo bien intencionado, creyente hasta el final en su proyecto revolucionario, capaz de llorar ante la forma en que la “patria malagradecida” le devuelve su sacrificio. Como personaje, no llega a dominar la novela; Benavides está más interesado en el entorno de militares y civiles que conspiran, van ganando posiciones, sueñan con la caída de Velasco. Entre esos militares se encuentra un joven mayor Montesinos, el más maquiavélico de todos, dispuesto incluso a sacrificar una relación sentimental (“hay cosas que se deben hacer aunque nos duelan”) con tal de consolidar el poder del Estado ante las primeras manifestaciones contra el régimen. Montesinos emerge como una gran creación; la novela gana interés cada vez que él aparece en escena.

Novela “del poder”, más que del dictador, entonces. Una “microfísica del poder” foucaultiana nos diría que siempre ha sido así, que el poder nunca está concentrado en una persona, es difuso y se extiende en ramificaciones infinitas. Así, en la novela latinoamericana, los grandes caudillos carismáticos y temibles al estilo del Francia de Roa Bastos en Yo, El Supremo (1974), han dado paso a títeres incapaces de imponerse a los miembros más destacados de su corte. Quizás en verdad nunca detentaron el poder del todo, y hemos leído mal estas novelas: en El otoño del Patriarca (1975), ya García Márquez nos mostraba a un dictador que, a medida que avanzaba la novela, iba siendo suplantado en su poder por sus colaboradores más cercanos (hay que leer esta novela contra natura, como un texto realista mágico que es, para sorpresa de muchos, un precursor de la reflexión actual sobre el triunfo del simulacro en la sociedad contemporánea). El siniestro Trujillo de Vargas Llosa en La fiesta del Chivo (2000) es, quizás, una excepción a la regla, aunque incluso allí las mejores partes de la novela tienen que ver con la forma en que Balaguer va manipulando los hechos hasta convertirse en el sucesor indiscutible.

En los últimos años, diferentes proyectos narrativos han ido ampliando el registro de lo que se entiende por “novela” en América Latina (Aira y Bellatín, Zambra). El tronco principal –el realista, el de la preocupación por cuestiones sociales y políticas--, sin embargo, se mantiene muy vivo. Desde su primera novela, Los años inútiles (2002), Benavides se ha instalado como uno de los escritores de la nueva generación más afincado a estas tradiciones centrales. No es difícil ver la sombra de Vargas Llosa en ciertas ideas básicas de su proyecto narrativo –la manera en que toda una sociedad va corrompiéndose ante los abusos del poder, por ejemplo--, y también en la estructura arquitéctonica de sus novelas, en la forma hábil en la que incorpora el habla de los personajes dentro de sus párrafos (“Sánchez Idíaquez esbozó una sonrisa inmensa, que le achinó el rostro, qué guapa estaba hoy Leticita, dijo, y ella frunció la nariz como ante un mal olor, cogió el abrigo del decano, que no usara ese diminutivo horrible con su nombre, por favor…”). También se puede reconocer la influencia no tan obvia del José Donoso más realista en el ritmo de las frases, en la minuciosa profusión de detalles que van dándole textura y densidad a sus novelas.

Un millón de soles tarda en armarse. Velasco aparece, enérgico, ambicioso; los militares y civiles de la corte –Tamariz, Carranza, Ravines, Montesinos— son retratados con sus ambiciones y mezquindades; desfilan las mujeres, pero en esta sociedad patriarcal sólo parecen servir para que los hombres se confiesen en la intimidad de la alcoba, o para el sexo. Hay tramas que se van desplegando a granel, conciliábulos continuos mientras se juega póker y se bebe whisky y gin con Bingo Club (estas conversaciones funcionan como una suerte de coro griego, comentan sobre la acción y a la vez hacen avanzar la novela). A partir de la segunda parte, Benavides va atando los cabos, el mundo de la novela se hace inteligible y dinámico. 

La apuesta de Benavides es arriesgada: en vez de concentrarse en algún momento importante del gobierno de Velasco --un catalizador que nos explique lo que significó ese régimen--, el escritor peruano ha optado por una visión más bien panorámica, abarcadora, en la que una serie de sucesos va jalonando el septenio del Gobierno Revolucionario: la nacionalización de las compañías petroleras norteamericanas, la deportación de opositores, la llegada de asesores yugoslavos para transformar el modelo industrial, la estatización de la prensa, la huelga de los policías. Benavides va ganando puntos, como sugería Cortázar que ganan las novelas, pero en realidad se trata de una trampa: las últimas y trepidantes cincuenta páginas muestran que lo que Benavides quería era ganar por knock-out. Lo consigue. 

(publicado en la edición española de Letras Libres, marzo 2008)

Sunday, March 02, 2008


HUGO CHÁVEZ Y EL INGLÉS

CANTV, la companía telefónica más importante de Venezuela, inició esta semana una campaña para defender el uso del español entre sus empleados. La compañía, comprada no hace mucho por el gobierno de Hugo Chávez, llama a esta campaña: “Dilo en castellano, dilo con orgullo”. En el comunicado del gobierno venezolano, se sugieren algunas palabras en español para evitar el uso tan frecuente de ciertas vocables en inglés: equipo, y no staff; patrocinador, y no sponsor; reunión, y no meeting; ratón, y no mouse; servidor, y no host; televentas, y no telemarketing.

Chávez ha hecho muchas cosas dignas de nuestros dictadores más pintorescos (el cambio de media hora, por ejemplo). En ese contexto, la política lingüística que quiere implantar es una medida coherente, a tono con su lucha contra el “imperialismo cultural” de los Estados Unidos (lo incoherente del populismo de Chávez es más bien la política económica hacia el gran imperio: Estados Unidos es el principal comprador de petróleo venezolano). De hecho, hace un buen tiempo –antes de la llegada del “pro-americano” Sarkozy--, los franceses intentaron, como parte de su política cultural, desterrar de habla cotidiana en Francia conceptos como weekend, OK, y boss.

Lo que Chávez parece no saber es que, simplemente, no se puede legislar el lenguaje de la gente. Las jerarquías –la Academia de la Lengua española, los diccionarios, los gobiernos-- pueden proponer todo lo que quieran, pero, a la corta y a la larga, es la calle la que dispone. Y la calle, en América Latina, recibe todos los días un bombardeo inmisericorde de palabras en inglés, y se apropia de las que necesita, de las que le suenan bien. Un escritor argentino radicado en España me dijo una vez, purista él, que su política con el lenguaje era muy fácil: si la palabra que iba a usar tenía un equivalente castellano, pues usaba la palabra en castellano. Por ello, usaba vaqueros en vez de jeans. Pero yo le dije que, para un latinoamericano, por más castellana que sonara la palabra, vaqueros era muy artificial, mientras que jeans era natural.

Si el tronco principal de un idioma es fuerte (y el del español lo es), las palabras de otros idiomas que se incorporan a éste lo reforzarán, lo enriquecerán. La fortaleza del inglés proviene en buena medida de la facilidad con que adaptó palabras de otros idiomas (debido, sobre todo, a que en Estados Unidos no hay una Academia de la Lengua que actúe como salvaguardia y se dedique a vigilar el ingreso de otras palabras al inglés, y tampoco hay un diccionario “oficial”). Hay que recordar que ya ha habido otros momentos en que los puristas de la lengua española se han jalado los pelos ante la invasión lingüística. Hacia fines del siglo XIX, la primacía cultural de Francia dotó al español de una gran cantidad de galicismos. El español no sólo sobrevivió a los galicismos, sino que los escritores modernistas, abanderados por Darío, fundaron la modernidad de la literatura latinoamericana gracias en buena parte a su admiración por las palabras y los ritmos internos de la lengua francesa.

Así que, suerte a Chávez con su propuesta. Mientras tanto, lo escribo en castellano y con orgullo: publicaré este texto en el periódico, pero también lo enviaré a mis amigos por email, lo colgaré en mi blog, y daré permiso a todos para que lo linkeen. Porque email y blog y linkear ya pertenecen al español, ¿o no?